El Urbia Voley Palma ha dado el primer paso para superar el mal trago de la Copa del Rey reconociendo, en palabras de su técnico Marcos Dreyer, cuáles son los males del equipo. El brasileño, en la previa del partido de mañana a las 19:00 horas en Es Viver ante el Ushuaïa Eivissa, asumió su cuota de responsabilidad tras quedar apeados en su estreno como anfitriones. "Nuestro problema es que jugamos mal y, después del parón navideño, no hemos vuelto a competir igual", señaló Dreyer en referencia a las derrotas ante L'Illa Grau y Vecindario en Superliga, además de la decepción copera.

El entrenador del conjunto palmesano reconoció que en el club están "preocupados y dolidos" a pesar de ganar al Arenal Emevé con muchas dudas en casa y sufrir en la pista del colista Melilla. "Mientras preparábamos la Copa del Rey ya estábamos jugando mal y ni yo creía en lo que decía esforzándome en tratar de dar un mensaje de motivación", exclamó Dreyer por las señales de alerta que desprendía el equipo semanas antes de la cita celebrada en Son Moix.

El sudamericano, que no elude ponerse bajo el foco de la sospecha, argumentó que "puede ser que quien fallé soy yo al no saber llegar a mis jugadores", agregando que por este camino "no ganaremos la Superliga, pero debemos volver a tratar de ser competitivos".

Sobre el cuadro pitiuso, su rival de mañana, fue elogiado por Dreyer. "Hizo un esfuerzo para no quedar eliminados como nosotros y dar esa sensación de equipo que nosotros hemos perdido y que ahora mismo es lo que quiero ver en mi equipo hasta el final".