Un portentoso lanzamiento de falta de Óscar Rodríguez, con el tiempo cumplido, le dio al Leganés una victoria de gran importancia contra la Real Sociedad (2-1) en Butarque.

Imanol Alguacil, técnico de la Real, tuvo que lidiar con el complicado equilibrio que supone tener esperanzas en la liga y en la Copa del Rey. Los damnificados de esa navegación entre dos mares fueron esta vez Oyarzábal y Odegaard.

En el minuto veinte de encuentro Soriano cometió un grave fallo en un despeje, con todo a favor, y le entregó la pelota en el centro del campo a Sangalli. Condujo este, asistió a Isak y no perdonó el punta con un tiro raso desde la media luna.

Tras el descanso el Leganés salió dispuesto a morder. Fueron instantes de acoso que terminaron en derribo cuando, como colofón a una acción que había nacido de un saque de esquina, Omeruo definió con un disparo ajustado.

Los dos equipos parecían conformarse con el empate cuando, en la última jugada del partido, Óscar Rodríguez de falta directa puso la pelota en la escuadra para delirio de la grada y desesperación de una Real que ya celebrara el punto conseguido.