"La sociedad pide que no nos equivoquemos nunca y eso no va a ocurrir con VAR o sin él"

P ¿Uno lo pasa mejor en los despachos o echa mucho de menos el verde?

R Doscientos por cien el verde. Igual que al deportista le gusta jugar, al árbitro le encanta arbitrar.

P ¿Cuál es la edad ideal para que un árbitro cuelgue el silbato?

R Bonita pregunta. Ahora en España está en 45 años, en otros países no tienen límite de edad y seguramente eso no sea tampoco lo correcto, pero es algo que en España hay que valorar. Cada vez los árbitros llegan más preparados y se cuidan más, no tiene nada que ver un colegiado en la actualidad que hace 20 años, con lo cual quizás es algo en lo que habría que hacer un pensamiento.

P ¿Qué le trae por Mallorca?

R Un curso de la UEFA para árbitros internacionales. Nos pasamos el día viendo vídeos y analizando nuestras actuaciones para llegar a un consenso de la línea a seguir. Luego además hay pruebas físicas, de visión... Aquí no se para.

P ¿Cómo es su día a día como presidente del Comité Técnico?

R Trabajo de sol a sol y no tengo ni un día libre al año. Esa es mi vida, colgado al teléfono y al ordenador y sobre todo viendo mucho fútbol e intentando ayudar a nuestros árbitros a ser cada día mejores.

P ¿Trabaja más ahora que antes?

R (Ríe) Cien veces más, no tiene nada que ver. El deportista es afortunadamente un privilegiado, aunque también trabaja y se prepara mucho, pero los que estamos detrás de las cortinas, sin duda, le tenemos que dedicar muchas más horas.

P ¿Trabaja con más o menos presión?

R Con una presión diferente. Cuando era árbitro tenía la responsabilidad de mis partidos y ahora, como presidente, tengo la responsabilidad de todos los encuentros. Antes ya tenía bastante con responder de mis errores y ahora me toca hacerlo de los errores de todo el mundo, con lo cual, aunque solo sea por número, alguno más sí que me toca.

P Habla de errores arbitrales... Eso el VAR no lo ha solucionado.

R El VAR es el cambio más grande que ha habido en la historia del fútbol y todos nos tenemos que acostumbrar. Lo que es indudable es que los árbitros hoy en día se equivocan menos que nunca en la historia. No es algo opinable, es objetivo y numéricamente demostrable. Lo que la sociedad nos pide es que no nos equivoquemos nunca y eso no va a ocurrir, con tecnología o sin ella.

P ¿No entiende las quejas?

R Claro que sí. Hoy en día en todas las facetas de la vida se reciben críticas. Nosotros tenemos días buenos que pasan desapercibidos para la gente y días malos que es cuando se nos critica. Lo asumimos con naturalidad. Lo que no aceptamos, y ahí sí que hay una línea roja, es que se achaque intencionalidad en nuestro error. Nadie pensaría que un futbolista falla un penalti a propósito y en España se yerran más del 15% de penas máximas que se lanzan. Cuando el jugador falla es animado por sus compañeros, el estadio le aplaude y el entrenador le apoya. Cuando un árbitro falla, no recibe el mismo trato.

P Vicente Moreno se mostraba a favor de la implantación del VAR, pero reconocía que echaba en falta unanimidad a la hora de recurrir a él.

R Eso es más antiguo que el fútbol. Hay que entender una cosa: cada árbitro es una persona con un mismo criterio institucional, pero después es un ser humano quien toma las decisiones, a veces acierta y otras no. Muchas veces la gente se pregunta por qué esta mano es penalti y esta otra no. Nos acusan de falta de igualdad de criterios. Pues no, todo es mucho más sencillo: una es penalti, la otra también lo es y esa otra lo es pero nos hemos equivocado. El criterio siempre está claro, pero en un momento dado, no aciertas.

P Hablando de criterios€ El Mallorca se ha visto perjudicado durante este curso por el cambio de juicio que ha habido a la hora de señalar manos.

R La opinión pública habla muchas veces de manos muy parecidas cuando realmente no lo son. Para nosotros es un reto explicar a gente que no conoce las reglas los criterios que se usan. Es difícil que haya dos manos iguales. No se fijan, por ejemplo, si la pelota viene de aquí o de allá, si la mano sale de más cerca o más lejos... Hay muchos conceptos que la gente desconoce y comparan jugadas cuando no son comparables.

P ¿Hasta dónde quieren llegar con la implantación del VAR?

R En España ahora estamos entre Primera y Segunda División, Copa del Rey y Supercopa, pero llevarlo a categorías inferiores tiene un coste muy elevado. Precisamente ahora España está liderando un proyecto para intentar crear un VAR para categorías más bajas o países con menos capacidad económica. Un videoarbitraje que precise mucha menos tecnología, menos cámaras y menos operadores.

P Lo que no puede hacer el VAR es acabar con la violencia en el fútbol.

R Creo que todos los que estamos dentro de esto luchamos para que la violencia desaparezca y se erradique por completo. Pienso que España no es un país racista ni violento en el deporte, pero no podemos negar que hay ciertos incidentes que deseamos que no ocurran y tenemos que ser muy firmes y enérgicos para que no vuelvan a pasar.

P ¿Cómo se arbitra un partido en el que han ocurrido incidentes como los vividos el pasado sábado en los prolegómenos del Valencia-Barça?

R El árbitro vive en una burbuja. Afortunadamente en España los colegiados van muy protegidos, son escoltados en todos los partidos desde el hotel hasta el estadio. Ellos afortunadamente viven muy aislados.

P El pasado sábado también se produjeron insultos racistas a Iñaki Williams. ¿Qué criterios sigue un árbitro para suspender o no un partido? ¿Por qué el del Rayo sí y no el del Espanyol?

R La Federación Española lo explicó claramente en un comunicado que sacó hace unos días. El árbitro lo que hace es aplicar el protocolo que estableció la Comisión estatal contra la Violencia en el fútbol y el colegiado hace y sigue escrupulosamente el protocolo.

P No vi tanta diferencia entre uno y otro.

R Todo el mundo vio lo que pasó en el campo del Espanyol y lo que sucedió en el del Rayo. Cada uno puede sacar sus propias conclusiones, pero en ambos casos los árbitros obraron absolutamente de acuerdo a la normativa que deben aplicar, lo hicieron perfectamente.

P Hablando de cosas más positivas. Cuadra Fernández, del comité balear, estrena internacionalidad. Eso no se regala.

R Por supuesto que no. Hay que valorar que España, en este seminario UEFA que se está haciendo en Palma, somos el país que más árbitros aporta de toda Europa: nueve hombres y dos mujeres. Esto no es gratis, no es una invitación por simpático o guapo. Aquí vienen los mejores colegiados europeos y once de ellos son españoles, eso habla mucho y muy bien de nuestro nivel. En este sentido Cuadra Fernández se incorpora a esta lista de privilegiados. Balears puede sentirse muy orgullosa de tener un profesional de su talla. No me cabe ninguna duda de que lo hará genial también en Europa.

P La mujer no cesa en su empeño de incorporarse a disciplinas hasta ahora insólitas para ellas.

R Sin duda. La mujer necesita oportunidades, las mismas que un hombre, y evidentemente hay que ayudarlas en su formación y en su preparación para que luchen por lo que merecen. Nada más, no hay que regalarles nada, solo ofrecerles las oportunidades para que ellas se ganen su estatus.

P ¿Qué es lo que más echa de menos de su época como árbitro?

R El olor del césped. El lunes, cuando veo una crítica a un árbitro, le llamo y le digo que me cambiaba por él, ojalá me pudiera equivocar en un penalti. A mí me encantaba arbitrar.

P No debe ser siempre sencillo realizar ese tipo de llamadas.

R En realidad hablamos continuamente con los árbitros para todo: darles un mensaje de ánimo cuando lo han pasado mal, reforzarles cuando lo han hecho bien y para decir las cosas que pensamos, que también las hay, cuando han hecho las cosas mal. La gente no conoce esa faceta nuestra. Los árbitros somos muy autocríticos. Nosotros reconocemos nuestros errores y trabajamos semana tras semana para que no vuelvan a ocurrir.

P ¿Cuál es el peor momento que recuerda en su carrera arbitral?

R Cada vez que me he equivocado. A veces en cosas tan estúpidas como un partido que acabó 3 a 0. Erré en un penalti que no influyó para nada en el resultado, pero me fui muy dolido. Pongo un ejemplo con Rafa Nadal, a quien debo agradecerle que nos haya apoyado en alguna manifestación pública. Él tiene un gen competitivo que lo comparo con el que tienen nuestros árbitros de elite. Son muy autoexigentes, no les gusta equivocarse ni en un saque de banda y cuando lo hacen, les duele.

P ¿A un árbitro se le forma psicológicamente?

R Tiene que tener un patrón de base, necesita un gen especial. Un colegiado se hace desde que empieza a arbitrar en categorías muy bajas. Es un proceso de maduración y de preparación psicológica. Un día parece que ya no va a salir el sol, que eres el peor árbitro del mundo y luego te das cuenta de que eres humano y que simplemente te has equivocado.

P ¿Lleva clavada alguna decisión de la que se arrepienta?

R Todo lo que hice siempre fue pitar lo que vi, esa es la mayor honestidad que puede tener un árbitro y siempre que me he equivocado, me he arrepentido de haber pitado eso, aunque en su momento lo hiciera porque pensaba que era lo correcto.

P ¿El futbolista más pesado?

R Eso me lo guardo para mí. Todos los tenemos, pero seguro que también había algún futbolista que tenía atravesado a Velasco Carballo.

P ¿Se apuntaba alguna matrícula antes de empezar el partido?

R El árbitro solo piensa en acertar. La única matrícula que tenía apuntada era la del acierto.