Rafel Nadal contra Nick Kyrgios en la central de Melbourne Park. El morbo está servido. El mallorquín y el australiano se enfrentan a partir de las nueve de la mañana (Eurosport, dial 60) por una plaza en cuartos de final del Abierto de Australia en un enfrentamiento en el que, históricamente, siempre han saltado chispas entre ambos, fundamentalmente por la irreverencia, por no decir mala educación, del tenista de Canberra, de 24 años.

A Nadal se le agotó la paciencia el año pasado. "Le falta respeto hacia el público, al rival y a sí mismo", lamentó el mallorquín tras caer en el torneo de Acapulco. El pasado mes de julio volvieron a cruzarse en la hierba de Wimbledon, en un partido de gran nivel resuelto a favor del mallorquín y en el que se produjo un intento de pelotazo por parte de Kyrgios que provocó un gesto de desaprobación por parte de Nadal .

"¿Si me gusta él? No lo sé, no lo conozco personalmente como para tener una opinión clara", respondía Nadal tras su convincente triunfo ante su amigo Pablo Carreño. "Está claro que, cuando hace cosas que para mí no son buenas, por supuesto que no me gusta", señaló, "pero cuando juega un buen tenis y muestra pasión por este juego es un jugador positivo para el circuito, y yo quiero que mi circuito no sea pequeño".

Nadal llega a la cita de esta mañana mucho más descansado que Kyrgios, que necesitó casi cinco horas para superar al ruso Kharen Khachanov (6-2, 7-6(5), 6-7(6), 6-7(7) y 7-6(8)). El australiano acabó agotado, sin fuerzas después de un duelo maratoniano. Sobre la pista, a preguntas del ex tenista norteamericano Jim Courier, Kyrgios tuvo palabras de elogio hacia su rival de esta mañana:

"Él es uno de los más grandes de todos los tiempos. También leí que él piensa que yo soy bueno para el deporte", agregó, como quitando hierro a los roces que han protagonizado en el pasado.

Kyrgios ya conoce lo que es derrotar al manacorí en un Grand Slam. Fue en Wimbledon 2014 cuando contaba solo 19 años, aunque Nadal gana 4-3 en sus enfrentamientos directos. La última vez que se vieron las caras fue el verano pasado en Wimbledon, cuando Nadal se impuso en un duro encuentro en cuatro sets.

En pista dura, el australiano cuenta con un balance a su favor de 2-1. Se llevó la victoria tanto en Cincinnati 2017 y en Acapulco dos años después. Por su parte, adal se impuso en la final de Pekín en 2017.

Nadal sabe cómo jugarle a su rival de hoy. El servicio será un aspecto fundamental, y si se muestra en esta faceta del juego tan certero como ante Carreño tendrá mucho ganado. Un partido largo también puede jugar a favor del mallorquín teniendo en cuenta la paliza que se llevó Kyrgios ante Khachanov. En cualquier caso, se espera un encuentro de altísimo nivel entre dos jugadores que si algo garantizan al espectador es espectáculo puro.

La séptima jornada en Melbourne Park deparó los primeros cruces de cuartos de final que enfrentarán al serbio Novak Djokovic contra el canadiense Milos Raonic, y el suizo Roger Federer contra el estadounidense Tennys Sandgren, la gran sorpresa este año. El helvético se impuso al húngaro Marton Fucsovics por 4-6, 6-1, 6-2 y 6-2. Tras perder el primer set, no dio opción a su rival en los siguientes tres parciales, en los que solo encajó cinco juegos.

El vigente campeón y principal favorito para adjudicarse su octavo título en Australia, Djokovic, redujo a un combativo Diego Schwartzman (14), único argentino vivo en los octavos de final, tras superarle por un cómodo 6-3, 6-4 y 6-4.