Moreno es incapaz de encontrar una explicación al cambio de imagen que es capaz de experimentar el Mallorca en menos de siete días. Habla de deméritos del rival y méritos de su equipo, luego señala méritos del adversario y deméritos de los suyos y todo se convierte en un intríngulis del que es difícil sacar nada en claro. Un día no puedes ver a Lumor y al siguiente te parece Estupiñán. Pues todo igual de complicado.
La importancia de no ser un equipo vendedor
Recordó el otro día Antonio Vadillo, técnico del Palma Futsal, que si Paradynski vestía en la actualidad la elástica de ElPozo Murcia y no la del conjunto mallorquín por algo sería. “Debe cobrar bastante más de lo que ganaba aquí”, señaló el jerezano. En el fútbol sala, como en la mayoría de deportes, el dinero no lo es todo y cualquier equipo puede pintarle la cara a uno de los gigantes de la clasificación, pero para ganar títulos, para crecer, hay que dar un salto de calidad y dejar de ser un equipo vendedor... Esta temporada, especialmene, son muchas las bajas que ha tenido que asumir el Palma Futsal, Ximbinha la última. Alguien debe ponerle freno a la estampida.
La heroicidad del gesto más banal
Poco ha importado esta semana las rondas que Rafel Nadal ha pasado, casi sin despeinarse, en el Abierto de Australia. Anita, la recogepelotas que recibió un fuerte pelotazo por parte del tenista manacorí en el resto a un servicio de su rival en el encuentro contra Federico Delbonis, ha acaparado todas las miradas. El gesto de preocupación del mallorquín tras el fuerte impacto que recibió la pequeña fue el normal y su reacción preocupándose por ella, la lógica. Mitificar y sacar de contexto algo tan banal como el guiño que tuvo el tenista con Anita no deja de parecerme un disparate, por no hablar del bombo que el propio Nadal se dio al día siguiente fotografiándose junto a la familia de la joven. Ese tipo de actos, mejor de puertas a dentro, de propaganda ya vamos servidos.
Con la miel en los labios
El fútbol femenino no descarta otra huelga tras no firmarse el convenio colectivo que estaba previsto pactarse el pasado 20 de enero. En esta ocasión ha sido el Real Madrid, el último en unirse a la fiesta, quien ha bloqueado la firma del acuerdo. El club merengue exige poder ofrecer todos los partidos del Tacón por su canal de televisión, tanto los de su feudo como los que juegue lejos de casa, una petición que no convence a Mediapro, propietaria de los derechos televisivos. Con la guerra abierta entre unos y otros, la única realidad es que la partida de dinero prometida a las jugadoras sigue paralizada, así como otras medidas clave de la negociación. Todo el mundo quiere ahora su trozo de pastel mientras ellas siguen con la miel en los labios.
