El B the travel brand venció ayer al Liberbank Oviedo sin brillo, pero se mantiene mirando hacia arriba en la clasificación (83-76). Como en la anterior jornada ante el Tau Castelló, lo único importante es el triunfo, pero es evidente que este equipo debe crecer mucho más en todas las facetas si quiere aspirar a estar en lo más alto de la clasificación.

Esta Liga está muy igualada, pero no se puede sufrir tanto contra los equipos de abajo, sobre todo en la isla. No solo se puede depender del mayor talento de la plantilla para tumbar a rivales con problemas como el de ayer, una tarea que tiene sobre la mesa el técnico Félix Alonso. Lo más positivo es que siempre supo responder cuando aparecía la angustia, pero es evidente que faltó fluidez en el juego. Esta tercera posición alimenta el optimismo para una segunda vuelta que se antoja apasionante.

Los palmesanos, ante unas dos mil personas en las gradas, empezaron dubitativos en defensa, poniéndoselo demasiado fácil al rival a la hora de conceder segundas oportunidades en el tiro, aunque la inspiración de Löfberg y Barac en ataque mantenía el nivel del equipo. Gracias a un triple de Joan Tomàs se instaló la mayor diferencia a 1:53 del final del primer cuarto (19-10), una ventaja que se mantuvo hasta el segundo parcial (22-13).

Pero como suele ser habitual, el B the travel sufrió una pájara cuando menos se esperaba. En lugar de ir a más, dejó que el Oviedo despertara. Malas decisiones en el lanzamiento, precipitaciones y pasividad en la pintura se tradujo en que Jakstas puso a los suyos por delante (27-28). Stainbrook deslizó en sus primeros minutos en casa que está para marcar diferencias. Su presencia dio vida a los baleares, que junto a un Bropleh entonado, con un triple en el último segundo, y más intensidad atrás, volvió a poner a los locales arriba en el descanso (43-38).

El panorama no cambió demasiado en el tercer parcial. El mayor pecado del B the travel fue no saber matar al adversario. Nunca pudo escaparse en el electrónico y la ventaja jamás se ampliaba a más de cinco puntos. De hecho, el Oviedo llegó a empatar con una canasta de Arteaga (50-50) a 5:14 para el final. Los de Alonso estaban demostrando demasiadas dudas y una preocupante falta de confianza. En ese momento solo resistía a chispazos y porque tiene mucho mayor calidad y profundidad de banquillo que los carbayones. Y eso a veces en baloncesto es suficiente. Dos triples de Quintela llevaron la diferencia a seis (62-56), pero dos faltas de concentración imperdonables en apenas seis segundos dejaron el 62-60.

En el último periodo se acabaron las excusas. Un triplazo de Joan Tomàs y otra canasta de dos pusieron tierra de por medio (70-62) a 7:05 del final. El B the travel fue más contundente en la defensa y el acierto en ataque se elevó. Quintela anotó de tres a falta de 4:30 y la renta de ocho seguía dando tranquilidad (75-67). Pero no se puede dejar con vida a un Oviedo que mantuvo su fe, con un Llorente estelar, porque se acercaron a tres (77-74). Menos mal para los mallorquines que Stainbrook y Bropleh demostraron sangre fría en un momento difícil, más algún error de los visitantes, para llegar al final con el aire suficiente (83-76). Toca seguir.

Alonso

Félix Alonso se mostró feliz por el triunfo y elogió al rival de ayer. "El hecho de que Oviedo esté abajo en la clasificación es circunstancial. Es un excelente equipo, trabajan bien y no se han ido en ningún momento del partido. Tenemos que darle el mérito que merece, a veces parece que por ser uno de los favoritos y estar en una buena posición tenemos que ganar todos los partidos holgadamente y no es así", dijo. El entrenador se felicitó por el debut en casa de Matt Stainbrook: "Es un jugador que impone mucho, que tiene un gran conocimiento del juego y es muy respetado en la competición por la trayectoria que lleva".