La permanencia del Real Mallorca pasa ahora mismo por dos factores. A saber: el rendimiento que pueda ofrecer el Cucho Hernández sobre el verde, en quien Vicente Moreno parece tener puestas todas sus esperanzas, y el trabajo que haga la secretaría técnica del club en el mercado de invierno. Les cuento. Ni dos semanas ha necesitado el delantero colombiano para ganarse la confianza del míster. Moreno se lo llevó concentrado ante el Betis, pero el Watford no dio el visto bueno para que el futbolista debutase este pasado sábado. Con cuatro goles la temporada pasada, tampoco esperen del chico la panacea, pero algo ha debido verle el preparador valenciano para tener tantas ganas de vestirle de corto. El segundo factor, y no por ello menos importante, es que la dirección deportiva acierte con los refuerzos en el mercado invernal. Moreno desveló el pasado viernes, y sin que nadie le preguntara, que el club no gastó en verano todo el límite salarial del que disponía para fichar, que no era precisamente mucho. Ese desahogo económico del que habló el de Massanassa es simple y llanamente más presión para Recio, Molango y compañía, obligados a hacer los deberes al menos una vez al año.
Canario hasta 2021
Existe un principio en el fútbol, no escrito, pero creo que conocido por todos: Si un jugador, el que sea, se lesiona de gravedad, el club al que pertenece está obligado a renovarle, al menos una temporada más. Así el futbolista puede recuperarse con tranquilidad, recibe un golpe de autoestima en un momento complicado y como club te aseguras de que el resto de compañeros sientan el apoyo de la entidad y no tengan miedo a meter el pie si es necesario. Esto es así en el fútbol, pero no en el Atlético Baleares. Uno de los buques insignia del conjunto blanquiazul la pasada temporada, Canario, se rompió este verano el dichoso ligamento cruzado. Al menos durante seis meses estará apartado de los terrenos de juego el futbolista. El gesto de la renovación, por pequeño, honraba al club, al parecer poco dado a quedar bien con sus jugadores.
La superación de Cata Corró
Cuando conoces historias como la de la nadadora mallorquina Cata Corróhistorias como la de la nadadora mallorquina Cata Corró se te quita la tontería. La inquera relata en las páginas de este diario, con una madurez no propia de su edad, cómo acaba de superar una segunda operación en menos de dos años de un mismo tumor cerebral. Creo que existen pocos deportes tan sacrificados como la natación y sin duda la forma en la que Cata relata sus ganas de mirar hacia adelante, en parte, emergen de todo lo que esta disciplina le ha enseñado. El resto, que no poco, lo pone ella, su personalidad y sus ganas de vivir. Adelante campeona.
