El Urbia Voley Palma visita mañana, desde las 17:30 horas, la pista del Almoradí con el objetivo de mantener el ritmo en cabeza del Unicaja Costa de Almería. El colíder de la Superliga busca en Alicante su cuarta victoria consecutiva frente a un recién ascendido en puestos de descenso.

"Era optimista en llegar a estas alturas de campeonato con esta situación clasificatoria y, después de ganar a Vecindario y Eivissa, me siento tranquilo", reconoció ayer Marcos Dreyer.

El técnico del conjunto palmesano advirtió que mañana espera "un partido con dificultad porque el Almoradí se hace fuerte en casa y toma más riesgo", agregando que los suyos no pueden "tropezar con la misma piedra de Lugo", en referencia a la única derrota por el momento este curso.

"Vamos con la obligación de ganar y ello nos pone las cosas más difíciles pero confío en el cambio que hemos hecho trabajando y entrenando como un equipo pequeño para aspirar a ser grandes", asumió el brasileño. En este sentido, Dreyer confesó que en el vestuario pactaron afrontar "cada jornada como una final" desde la derrota en tierras lucenses.

De final en final

A Valter da Cruz no le molesta "la presión de tener que ganar y la tensión de jugar finales". El central del Urbia Palma aseguró que él y sus compañeros están "centrados trabajando mucho y caminando juntos". Da Cruz no escondió que una parte importante en la mejor del su rendimiento individual reside en "estar a punto gracias a los entrenamientos extra en el gimnasio".