La Federación Española de Ciclismo ha sancionado al corredor mallorquín Lluís Borrás a un año sin poder competir en pruebas oficiales por suplantación de identidad y conducta antideportiva. El ciclista con residencia en s'Indioteria, de 26 años, se impuso en la prueba corta de la última edición de la multitudinaria marcha ciclista Mallorca 312 - Giant - Taiwan, desarrollada sobre un recorrido de 167 kilómetros, con una identidad que no se correspondía con la del titular del dorsal que defendía. La organización de la prueba, que dirige Xisco Lliteras, le descalificó por ese motivo, pese a que el propio protagonista reconoció de inmediato su infracción.

Según las clasificaciones de la Mallorca 312, el primer ciclista en completar la versión más corta de la prueba lucía el dorsal número 1.245, en teoría correspondiente al ciclista español Francisco Javier García Muñoz. Y en su caso habría completado los 167 kilómetros de recorrido en un tiempo de 4 horas y 41:31 minutos. A la meta de la Platja de Muro, el dorsal número 1.245 se presentó con el mismo tiempo que el segundo clasificado de la 167, el alemán Philipp Schulze, luciendo el 3.909.

El organizador de la 312 Xisco Lliteras lamentó ser víctimas de "una trastada" y que la irregularidad detectada podría haberles perjudicado especialmente "a nivel de responsabilidad civil" en caso de que se hubiera producido un accidente. "Hay gente que tiene más piernas que cabeza", lamentó el alma máter de la multitudinaria carrera, que el mes de abril del próximo año acudirá fiel a su cita con la participación de ocho mil ciclistas, el tope que se ha impuesto la organización.

El propio Lluís Borrás admitió a DIARIO de MALLORCA, días después de lo ocurrido, ser él quien terminó primero la prueba más corta de la Mallorca 312 con un dorsal cedido por otra persona. "No lo hice con mala intención, ni para ganar", explicó el joven palmesano, uno de los mejores ciclistas de categoría amateur que compiten en las pruebas de ruta que se organizan en Mallorca y muy conocido en los ambientes ciclistas de la isla. "Un familiar me ofreció estar en la Mallorca 312 con el dorsal de un amigo suyo que se había inscrito y que no podía participar. Estoy dispuesto a pedir disculpas a la organización de la prueba. Yo no quiero perjudicar a nadie, e incluso si me vetan la participación en próximas ediciones lo entenderé", explicaba Borrás sobre todo lo ocurrido.

El gran protagonista del caso añadió que esprintó para ganar ante dos ciclistas extranjeros -el alemán Philipp Schulze y el belga Bart Van Kerkhoven- después de que le "puteasen" a lo largo de los últimos kilómetros de la prueba. "En la Mallorca 312 no hay premios. No lo hice para ganar nada. Me putearon y por eso decidí esprintar y ganarles", subrayó.

"No intercambiamos ninguna palabra con él, ya que no habla inglés, mientras que rodamos muchos kilómetros junto a varios de sus compañeros. Reímos mucho, pero él solo hablaba con sus amigos, en mallorquín, y nada con nosotros, nos ignoró todo lo que pudo", aseguró Schulze, ganador de la 312.