El exdirector general del Valencia, el mallorquín Mateu Alemany, afirmó ayer que no había recibido explicaciones concretas sobre su salida del club, aunque percibió que ya no encajaba en el nuevo modelo de la entidad y que no contaba con la confianza de la propiedad del Valencia.

Alemany, que este lunes firmó su desvinculación del club tras una conversación "amistosa y agradable" en Singapur con el propietario de la entidad, Peter Lim, ofreció ayer su versión de lo ocurrido en una comparecencia ante los medios. También señaló que este verano las negociaciones de la propiedad para la salida de Rodrigo Moreno, que finalmente no se produjo, el fichaje de Thierry Correia y finalmente la destitución de Marcelino García Toral como entrenador del equipo fueron síntomas claros de que la situación había cambiado tras dos años de perfecta sintonía.

"No entiendo por qué debo dejar el Valencia y lo lamento. Estoy muy triste. La explicación enlaza con una serie de actuaciones del máximo accionista que no se me han dado y que rompieron una línea. Se podían haber hablado algunas cosas, pero no me lo han explicado", matizó.

"Cuando hablé con Lim en Singapur le agradecí lo positivo de los treinta meses que he estado en el Valencia porque el 99 por ciento de las propuestas fueron aceptadas hasta este verano", explicó Alemany, quien insistió en que en esa reunión no se entró en el asunto. "Solo puedo engancharme a un comentario público del presidente Anil Murthy en el que comentó que yo no encajaba en el nuevo proyecto porque se había producido un cambio en el modelo de gestión", agregó.

Insistió en que durante dos años se tomaban decisiones consensuadas entre Marcelino, el director deportivo, Pablo Longoria y él, que finalmente se transmitían al máximo accionista "como es lógico". "Ese proceso fue habitual hasta este verano y no nos fue mal, aunque desde junio percibí un cambio en su receptividad con un aumento de la involucración de Lim, algo legítimo, aumentó hasta la situación actual", agregó.

Explicó el de Andrtax que existe un cambio en el proyecto, pero hay una forma de proceder que pasa de un modelo basado en la confianza y la ortodoxia hacia una toma de decisiones que van a depender de la iniciativa del máximo accionista "más que de las decisiones internas y el consenso".

"En este contexto yo no encajo", reiteró Alemany, quien añadió que nunca se planteó resolver esta situación por la vía judicial, porque ir a los tribunales le "rechina", al tiempo que admitió que tiene un compromiso de confidencialidad.