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Minuto 91

El Mallorca va en serio... en casa

Por si quedaba alguna duda, el equipo de Vicente Moreno fía la permanencia a lo que sea capaz de hacer en Son Moix. Y de momento es mucho, catorce puntos de 24 posibles

Los jugadores del Mallorca celebran uno de los goles marcados al Villarreal. Manu Mielniezuk

La permanencia pasa por Son Moix. Si a alguien todavía le quedaba alguna duda, seguramente le quedó despejada ayer con la nueva exhibición que ofreció el Mallorca ante el Villarreal. El equipo sumó su decimocuarto punto en casa, todos los que presenta en la clasificación, y teniendo en cuenta que ya han pasado equipos como el Real Madrid, Atlético, Athletic, Real Sociedad y el rival de ayer, no está nada mal. Son catorce puntos de 24 posibles. Pensar dónde estaría el equipo si hubiera rascado algo de alguno de sus desplazamientos da rabia. Pero son los puntos que tiene y de nada sirve lamentarse por lo que pudo ser y no fue. Sin ser brillantes, los números del equipo son más que dignos, aunque el esfuerzo por conservar la categoría será mayúsculo.

Sin Salva Sevilla. El fútbol es tan grande que el debate ahora entre parte del mallorquinismo es si el equipo juega mejor o peor sin Salva Sevilla. Debate en falso. Los buenos jugadores deben estar sobre el césped, y el centrocampista almeriense, clave en el doble ascenso, es uno de los mejores, si no el mejor de la plantilla. El problema ahora -bendito problema, pensarán algunos-, para Moreno es de quién prescinde el día 22 ante el Levante. Porque para dejar sitio a Salva Sevilla deberá sacar del once a Kubo o Febas, dos de los destacados ayer ante el Villarreal.

Guardiola no sabe perder. El Manchester City dijo ayer prácticamente adiós a revalidar el título de la Premier al perder 3-1 en Anfield ante el Liverpool. Pero lo peor se vio al final del partido cuando el técnico catalán, de forma sarcástica, saludaba al trío arbitral dándoles "las gracias por todo". Todo ello con el dedo índice levantado. Impropio de un entrenador que si algo debió aprender de la pugna que mantuvo con Mourinho es lo que no se debe hacer. Y todavía más cuando se pierde.

El enfado de Gabarre. Al delantero del Atlético Baleares no le sentó bien el cambio al cuarto de hora de la segunda parte ante el Atlético de Madrid B en el Cerro del Espino. El goleador blanquiazul, que vio interrumpida su racha de siete partidos consecutivos marcando, abandonó el terreno de juego con cara de pocos amigos. Pero Mandiola huye de egos. "Esto es un equipo", se limitó a decir el técnico del líder del grupo I de Segunda B. Se supone que todo se quedará en un calentón. Nada debe entorpecer la espectacular temporada del Atlético Baleares. Mandiola lo tiene claro. Hay que esperar que Gabarre también.

El regreso de Nadal. Si ningún contratiempo lo remedia, esta noche se producirá el esperado retorno a las pistas de Rafel Nadal tras su épica victoria en la final del Abierto de Estados Unidos en septiembre. Si el recto abdominal aguantará es toda una incógnita, pero si está en plenitud parte como favorito ante el alemán Alexander Zverev, al que ha ganado las cinco veces que se han enfrentado. En juego está nada menos que acabar como número uno a final de temporada. No lo tendrá fácil, aunque para conseguirlo no se verá obligado a ganar a Djokovic. Con llegar a la final le basta. En cualquier caso, lo consiga o no, nada cambiará. La temporada de Nadal ha sido espectacular, con dos grandes más en el bolsillo.

El B the travel coge la directa. El equipo de Félix Alonso sumó ayer su sexta victoria consecutiva en otro partido convincente. En esta ocasión la víctima ha sido el Huesca, que cayó en el Palau por 80-64. El equipo se ha puesto en modo ascenso. Falta un mundo, pero esto pinta bien.

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