Barcelona y Real Madrid tendrán que acordar una nueva fecha para el Clásico antes del próximo lunes día 21 y, en caso de no llegar a un acuerdo, será el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) el que determinará la fecha del encuentro. LaLiga pretende que el encuentro se dispute el sábado 7 de diciembre, fecha prevista en el calendario para la disputa del Barcelona-Mallorca en el Camp Nou, por su interés en que se juegue en fin de semana para que el duelo estrella de la competición tenga la máxima repercusión mundial. En el caso de que se desplace la fecha del encuentro del Mallorca contra el Barcelona, este partido se podría disputar o el miércoles 4 de diciembre o el 18 del mismo mes, día propuesto por la Federación para que se dispute el Clásico.

La RFEF confirmó este viernes la resolución del comité, reunido ayer de manera extraordinaria, tras la petición de LaLiga de que el partido, previsto para el sábado 26 a las 13.00 horas dentro de la décima jornada, se juegue en el Santiago Bernabéu en lugar de en el Camp Nou ante la situación que se vive en Cataluña tras la sentencia del "procés".

Estudiadas las alegaciones de los clubes, que se oponen a ese planteamiento de LaLiga, y también las de la patronal, que propuso el 7 de diciembre como nueva fecha, el comité optó por dejar en manos de los clubes afectados la posibilidad de alcanzar un acuerdo. Para ello otorga de plazo hasta el próximo lunes día 21 y fija las 10.00 horas como límite.

La resolución de Competición recuerda que el reglamento impide la alteración del orden de disputa de los partidos establecidos en el calendario. En caso de no llegar a un acuerdo, será el Comité de Competición el órgano encargado de determinar la fecha del encuentro.