Toni Gabarre Ballarín (Huesca, 1990) llegó el pasado agosto para cubrir la vacante que de forma sorpresiva dejaba el pollensí Marcos Jiménez al solicitar su marcha voluntaria. Sus goles en el Tudelano en el ejercicio 2018/19 eran su principal aval. Y también el técnico blanquiazul Manix Mandiola. El eibarrés conocía a la perfección las prestaciones que el oscense podía ofrecer en Mallorca. Y dicho y hecho. Pichichi del cuadro blanquiazul, con cinco goles - marcados de forma consecutiva desde la jornada 4 al 8 - Gabarre ha hecho olvidar al propio Marcos y a Nuha, futbolistas que contaban con la estima y reconocimiento de la afición blanquiazul.

En su presentación el 8 de agosto, se definió del siguiente modo: "Soy un jugador que va bien en el juego aéreo y me dejo todo en el campo a nivel de esfuerzo. Intentaré superar los quince goles de la pasada temporada si se puede, pero lo importante es ayudar al equipo. No me comparo ni con Marcos ni con Nuha" Su carta de presentación era clara: trabajar y esperar su oportunidad. Y los goles le han afianzado en la titularidad con el 9 a la espalda.

Con ocho equipos a sus espaldas desde que acabó su etapa juvenil en el Huesca, habiendo pasado por el filial del Zaragoza, su trayectoria es la de la de muchos futbolistas criados en el fútbol de barro, escalando peldaño a peldaño hasta llegar a la categoría de bronce. En Tercera, jugando en las filas del Almudevar y Barbastro aragonés. Y ya en Segunda B, Alcoyano, Ebro y Llagostera también formaron parte de su trayecto vital como futbolista. La pasada campaña llegó su eclosión en el Tudelano, con quince goles - tres de penalti - contribuyendo de forma decisiva a la salvación del conjunto navarro, por lo que su nombre ganó enteros a la hora de llevar a cabo un cambio de aires fructífero.

El mérito es meterlas, aprovechar las asistencias de gol que partido tras partido disfruta. Con David Haro por la derecha, Gorka Iturraspe con la izquierda sin olvidarnos del omnipresente Jorge Ortiz, la realidad es que motivos para la queja no tiene. Y pese a que en la recámara espera toda una leyenda del fútbol de bronce como el ovetense Diego Cervero o el experimentado Arturo González (ahora lesionado), Gabarre tiene más que asegurada su titularidad mientras continúe su idilio con el gol. Una etiqueta que a Mandiola ya le vale. Por algo no hay que tocar lo que funciona bien. Y el domingo en Can Misses, frente a la UD Ibiza, Gabarre buscará exhibir de nuevo su etiqueta de 'hombre gol’.