"¡Nos vamos a Tokio! ¡Nos vamos a Tokio!" Al unísono y pancarta en mano, compañeros de faena, amigos y familiares de Cintia Rodríguez y Nicolau Mir se han congregado este mediodía en el aeropuerto de Son Sant Joan para recibir a sus héroes. "Poder estar ya aquí con toda mi gente y la faena hecha es espectacular", reconocía la gimnasta todavía emocionada tras aterrizar en la isla. "Hacía casi dos meses que no pisaba la isla y la verdad es que es una alegría encontrarte con este apoyo de la gente", señalaba por su parte el joven mallorquín.

En ellos recae gran parte de la culpa de que España se haya clasificado para los Juegos de Tokio. Un hito que llevaba demasiado tiempo cocinándose y cuyo esfuerzo ha valido la pena. "Mejor no podía ir. Volvemos de Stuttgart sin lesiones y con una participación casi perfecta. Tanto Nicolau como Cintia han jugado un papel clave, al igual que Adrià Vera, el otro mallorquín del Club Gimnàstic Palma. Han tenido un peso específico dentro de la clasificación. Tremendo", indicaba por su parte Pedro Mir, componente del cuerpo técnico de la selección española y entrenador del Club Xelska.

La oportunidad de los Juegos llegan para Cintia a los 24 años. La gimnasta inquera ha sido la encargada de conducir al equipo español a Tokio y ha visto recompensado su trabajo con una notable actuación en la final del concurso completo disputado en la ciudad alemana. "Llevábamos una buena preparación. Tras el Campeonato de España decidimos tomarnos muy en serio este último mes y todo ha salido rodado. Hay que ponerse un diez. No tengo ningún pero que poner a la experiencia que hemos vivido en los Mundiales", señalaba risueña Cintia.

Tan feliz y contento como la joven gimnasta, comparecía también Nicolau Mir, de 19 años, quien confía en disponer de "opciones de meterse en alguna final en Tokio" tras las buenas sensaciones extraídas de Stuttgart: "Nos hemos visto muy bien en este Mundial, tanto en la final por equipos, como en la final individual en el concurso completo, como en la final del aparato de suelo, en la que quedé primer reserva. Ha llegado el momento de ser ambiciosos".

El pleno de la gimnasia artística española en Japón -hacía 16 años, desde Atenas 2004, que no se clasificaban ambos equipos para los juegos-, fue también valorado por Pedro Mir, quien se congratuló por el trabajo bien hecho. "Mejor no podía ir. El hecho de que lleváramos tres ciclos olímpicos sin tener equipo femenino en los Juegos y uno en los masculinos, ha hecho que la clasificación sea todavía más valorada. Hemos jugado un papel muy importante. Solo hay siete países en todo el mundo que clasifiquen a sus equipos masculinos y femeninos. No podemos estar más orgullosos. Ahora hay que cuidar la salud. Nos hemos dejado la piel en este Mundial", señaló el preparador mallorquín y padre de Nicolau Mir: "La satisfacción me la llevo como padre y como técnico, por partida doble".

El recibimiento en el aeropuerto tampoco se lo quisieron perder el conseller de Turisme i Esports Andreu Serra, la directora insular d'Esports del Consell Marga Portells, el director general d'Esports del Govern Carles Gonyalons, quines felicitaron a los gimnastas tras su gran papel en el Mundial.