Se acaban los adjetivos para definir el inicio de temporada del Atlético Baleares. Ante el Sporting de Gijón B (2-0) logró su quinta victoria consecutiva, séptima en ocho encuentros, para seguir liderando el Grupo I con mano de hierro. Partido por momentos incómodo para los de Mandiola, en especial durante la primera mitad, aunque este equipo está demostrando tener fe ciega en su juego y por ahora todo le está saliendo de cara.

Manix dijo el viernes que el Baleares en ocasiones se siente "invencible", y lo volvió a demostrar ayer en el Estadi Balear, donde solo conoce la victoria, ante un Sporting B que vendió muy cara su piel. Los goles de Jorge Ortiz y Gabarre sirvieron para dejar los tres puntos en la isla y confirmar que, por el momento, nadie puede toser al Baleares este año.

La primera parte comenzó con un ritmo muy alto, con el Baleares intentando imponer su condición de líder y de local, ante un Sporting B que no se amilanó y que enseñó los colmillos cada vez que pudo. De hecho, la primera ocasión clara del partido corrió de parte de los rojiblancos. Chiki se sacó una chilena de la chistera y Manu Herrera, que continúa en un estado de forma excepcional, metió una mano salvadora para evitar el primero de los visitantes.

Mucha ida y vuelta, con combinaciones cortas e intentando llegar rápido al área contraria fueron la tónica general de los primera mitad, aunque poco a poco los de Mandiola se adueñaron del balón y comenzaron a acechar el área de Benítez. Jordan puso a prueba los reflejos del guardameta con un lanzamiento de falta que por poco no fue gol y Gabarre no atinó a rematar solo en la línea de gol.

Corría el minuto 27 cuando Jorge Ortiz, que no se cansó de trazar diagonales buscando meterse por el centro, se deshizo de dos rivales y soltó un fuerte latigazo que, tras rebotar en un defensor, se coló en la portería para inaugurar el marcador. A raíz del gol, el Baleares se sintió más cómodo y se hizo amo y señor de de la posesión, aunque el Sporting B continuó bien plantado en el terreno de juego.

La segunda parte comenzó con malas noticias para los de Mandiola. Ferrone, que celebraba su reciente paternidad, tuvo que retirarse a los cinco minutos de la reanudación por un problema muscular. Pero este Baleares está hecho de otra pasta y, tan solo tres minutos después, Gabarre, que continúa en estado de gracia, logró el segundo gol tras un gran pase de Iturraspe.

El segundo tanto dejó muy tocado al Sporting B, que realizó cambios para intentar cambiar el curso de un partido que ya tenía prácticamente perdido. El Baleares comenzó a jugar a placer, haciendo las delicias de sus seguidores. Mandiola metió en el campo a Rovirola por un cansado Jordan para blindar el centro del campo. El Baleares pudo ampliar la ventaja en el marcador si el árbitro no hubiese anulado por fuera de juego un gran tanto de cabeza de Gabarre.

Otra de las buenas noticias fue el debut de Alberto Gil con la elástica blanquiazul. El larguero evitó un debut soñado del valenciano tras un fuerte disparo a la media vuelta. De ahí al final poco sucedió en el terreno de juego, con el Baleares jugando con el marcador ante un Sporting B que opuso muy poca resistencia en la segunda mitad. Rovirola pudo ampliar la ventaja en el añadido pero su disparo se marchó rozando la escuadra de Benítez.

El Atlético Baleares se consolida como líder a una semana de enfrentarse al Ibiza, que venció 2-0 al Internacional de Madrid, en Can Misses, en un derbi balear que medirá al primer y segundo clasificado.