Dani Mateo, que debutaba en un Mundial en su primer año en la distancia de maratón, finalizó ayer décimo en Doha con una marca de 2:12.15. El etíope Lelisa Desisa cumplió los pronósticos y se proclamó campeón con un tiempo de 2:10:40 y por cuatro segundos a su compatriota Mosinet Geremew, que se colgó la plata, mientras que el keniano Amos Kipruto completó el podio (2:10:51).

El soriano, siguiendo la estrategia planificada con su entrenador, Enrique Pascual, supo controlar su ritmo y pronto se unió al grupo que perseguía a Ayala. Cuando los africanos saltaron a por el paraguayo, se mantuvo tranquilo en un pequeño segundo grupo de tres corredores.

Al paso por el kilómetro 37 era octavo, aunque finalmente terminó décimo y como tercer mejor europeo, logrando el mejor puesto de un español de las últimas cinco ediciones y su preselección para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.

El presidente de la Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, declaró que el equipo ha "subido un peldaño" en los Mundiales de Doha, pero reconoció que le falta "ese punto que da visibilidad, las medallas".

España cerró su actuación en Qatar con una medalla -bronce de Orlando Ortega en 110 m vallas-, ocho finalistas, diez entre los 10 mejores, quince entre los 16 primeros, cuatro más en semifinales, nueve eliminados en primera ronda, una marca personal y una marca de la temporada.

El keniano Timothy Cheruiyot, el ugandés Joshua Cheptegei y la estadounidense Nia Ali fueron las estrellas más brillantes del el último día de competición donde no hubo participación española.

Así, Cheruiyot confirmó su estatus de favorito concluyendo los 1.500 en 3:29.26. Cheptegei se llevó el título del 10.000 con un cronómetro de 26:48.36, nueva plusmarca mundial del año. Nia Ali se convirtió en la nueva reina de la velocidad en las vallas, imponiéndose en la final con un tiempo de 12.34 segundos seguida por su compatriota Kendra Harrison.