Desde que se impusiera al Conquense por 2-1 a comienzos de la temporada pasada, hasta el pasado domingo, cuando se impuso por 2-0 al Coruxo, el Atlético Baleares ha completado una temporada entera sin conocer la derrota cuando juega como local. Ya sea en Son Malferit o en el Estadio Balear, la 'nueva' casa de la entidad blanquiazul después de la profunda remodelación a que ha sido sometido.

El temor se había instalado en todos los segmentos del club ante el cambio de escenario. El Atlético Baleares se sentía cómodo en el terreno de juego de la Federación, con capacidad para algo más de 1.500 personas. Y, lo que es más importante, había conseguido que los rivales no se sintieran a gusto ante la estrechez del terreno de juego.

Pero el equipo de Manix Mandiola se ha adaptado a la perfección al estadio de la vía de Cintura y suma sus tres partidos por victorias: 1-0 al Las Palmas Atlético, en un día largamente esperado por la afición balearica; 3-2 al San Sebastián de los Reyes y el 2-0 al Coruxo gallego el pasado domingo, victoria que encarama al equipo como líder en solitario del grupo I de Segunda B, superando en dos puntos al Ibiza y a la Peña Deportiva, en un festival del fútbol balear en estas seis primeras jornadas de campeonato.

Para encontrar la última derrota del Atlético Baleares como local hay que remontarse al 16 de septiembre del año pasado, cuando el Sabadell se llevó los tres puntos. Desde aquel día, el equipo suma veinte victorias y tres empates, con 35 goles a favor y solo doce en contra. Esta gran trayectoria en casa permitió al equipo proclamarse campeón, aunque finalmente se quedó a las puertas del ascenso en la fase de promoción.

Este año la tónica continúa. Con poco tiempo, Mandiola, posiblemente el gran secreto de este equipo, ha confeccionado un grupo competitivo y en poco tiempo ha conseguido olvidar a las muchas ausencias que se produjeron el pasado verano. El desánimo y la preocupación llegó a cundir entre una afición ilusionada en volver a repetir una temporada como la pasada e intentar de nuevo el ascenso a Segunda División.

Parece claro que el equipo se mantendrá en los puestos de privilegio si es capaz de mantener esta regularidad en casa. Habrá que ver cómo rinde en los desplazamientos, aunque de momento el equipo ha ganado dos partidos y perdido uno. El combinado de Mandiola no ha notado el cambio de escenario y la afición ha respondido a la llamada como se esperaba. Mandiola y sus chicos se han ganado una nueva oportunidad y el inicio no puede ser más prometedor.