n Hoy arranca la Supercopa de España y lo hace con tres mallorquines -Abrines, Sastre y Rudy- que buscarán el primer título de la temporada. Abrines, que ha vuelto al Barcelona tras su paso por la NBA, superados ya sus problemas personales, se enfrentará a Sastre, que defiende los colores del Valencia (18.30/Movistar). Por su parte, Rudy, reciente oro mundial, se medirá con el Madrid al Fuenlabrada en la otra semifinal (21 horas/Movistar). El base menorquín del conjunto blanco Sergi Llull aumenta la cuota balear en la Supercopa.

Todos los equipos apenas llevan tres semanas de entrenamiento y su rodaje está empezando. Unos porque todavía no han tenido tiempo de acabar de acoplar a las nuevas incorporaciones y otros, como el Madrid, porque hasta cinco de sus jugadores disputaron la final del Mundial de China el pasado domingo.

El morbo lo pone la presencia de Nikola Mirotic en las filas del Barcelona y la posibilidad de una final entre azulgranas y madridistas. Ante Tomic, también exjugador madridista, tendrá con quien repartirse los silbidos que a buen seguro les dedicarán los aficionados locales.

Barcelona y Valencia es un duelo entre dos grandes. Los dos llegan faltos de preparación y con algún problema inicial, pero cuando el balón salga de las manos del árbitro en el salto inicial, todo se olvidará y el gen competitivo de ambos hará el resto.

En la otra semifinal habrá derbi madrileño. El Real Madrid se enfrentará con el anfitrión de la competición, un tecnicismo ya que el Movistar Estudiantes participó en la pasada Copa del Rey como local. El Madrid apenas ha podido entrenar con todos un par de días. Sus cinco finalistas mundiales puede que lleguen un paso por delante de sus compañeros en cuanto a preparación física y nivel de competición, pero también llegan con cansancio y con poco conocimiento de los sistemas del equipo.

Después, si se cumplen los pronósticos, llegará el morbo con el primer clásico de la temporada.