Con el paso de los años, Rafel Nadal ha aprendido a dosificarse para alargar su carrera deportiva lo máximo posible. Atrás quedan los años en que disputaba más de setenta partidos, como en 2015, cuando participó en nada menos que 23 torneos para un total de 23 encuentros. Este año, cuatro después, los números han bajado de forma sensible. Han sido once los torneos en los que ha participado, para un total de 53 encuentros.

Y no serán muchos más. Después de la victoria ante el argentino Diego Schwartzman en cuartos de final ya adelantó que no le quedaban muchos más partidos por jugar hasta final de año. Tiene asegurada su presencia en la Copa de Maestros y en el nuevo formato de la Copa Davis, ambos en el mes de noviembre. Y probablemente sean las dos últimas citas del curso porque todo apunta que descartará la gira asiática, con el Masters 1.000 de Shanghái en octubre como plato fuerte. Serían en este caso trece los torneos en los que habrá participado el mallorquín en un año en el que se ha dosificado como pocas veces.

Nadal abandonó Nueva York después de la final como indiscutible número uno de la Race 2019. Sobre todo se debe a su gran porcentaje de efectividad en cada torneo. De los once disputados este año, en diez se ha clasificado como mínimo para semifinales. Sólo falló en Acapulco, donde fue apeado en octavos por el excéntrico Nick Kyrgios.

La regularidad de Nadal también se extiende a los Grand Slam. Por primera vez en su dilatada carrera se ha metido en tres finales y una semifinal, lo que le ha supuesto 5.120 puntos. Ya pisa los talones a Djokovic en la clasificación ATP. El serbio solo aventaja en 640 al manacorí.