"Iba tosiendo sangre", confesó Joan Mir ayer en un comunicado emitido por su equipo de comunicación, mientras el mallorquín avanza en una recuperación en la que da "pasos seguros y positivos". "Estoy convencido de que estaré muy pronto al cien por cien", reza el comunicado.

Mir sufrió una impactante caída el 5 de agosto, tras el Gran Premio de Brno, en las pruebas del mismo circuito. "Estos tests son necesarios y de gran ayuda para un 'rookie' como yo porque cada vez vamos encontrando cositas que nos ayudan a ir un poco más rápido, cada vez vamos más cómodos encima de la moto y esto es algo que nos va muy bien", reflexionó el piloto acerca de este tipo de pruebas.

Sobre la propia caída, el palmesano confesó que dio "bastantes vueltas de campana" hasta que se paró. Además, una vez recuperada la verticalidad, el corredor de Suzuki reconoce que no se quedó inconsciente. "Me levanté y me quité el casco yo mismo", apuntó Mir.

"En el hospital de Brno no me entubaron y estuve consciente en todo momento pero sí que es verdad que tenía un fuerte golpe en los pulmones y evidentemente estaba muy dolorido", manifestó el motociclista, a la vez que dejó claro que se está recuperando "poco a poco". "Ya no toso sangre", anunció Mir, que sí confesó que las dolencias le hacen fatigarse "con bastante facilidad". Comparó sus síntomas con las de "un constipado fuerte".

Acerca de la marcha de la temporada hasta el momento, su primera en la máxima categoría, reconoció que está "cogiendo más fuerza en la categoría" y que ve "una buena temporada hasta el momento". Reconoció la "mala suerte" que le ha acompañado a lo largo de la temporada y asume que pretende consolidar un "top7, top8" a final de temporada.

"Espero que en la vuelta esté como mínimo donde lo dejé y así poder seguir trabajando para hacer un buen resultado al final de la temporada. Yo creo que es posible y trabajamos duro con este objetivo", remarcó Mir sobre los objetivos de cara a su regreso, que su equipo espera que sea en Silverstone este fin de semana.