Después de un par de años con el freno de mano echado, el fútbol español regresa a los grandes dispendios económicos. El mercado de fichajes de verano aún no ha concluido -lo hace con tres jornadas de LaLiga disputadas, lo que disgusta a más de un entrenador- y el gasto global va a sobrepasar los 1.300 millones de euros, un volumen solo rebasado por la Premier League inglesa, con algo más de 1.600 millones. España sigue siendo terreno fértil para la industria del fútbol. Y no solo por lo atractivo de su juego sobre el césped.
El analista Roberto Bayón, experto en el mundo de las finanzas deportivas, da una de las claves. "Esta temporada arranca el nuevo contrato televisivo, que se extenderá hasta el año 2022, y va a dotar de más recursos a los clubes". En efecto, el pasado año LaLiga adjudicó a Telefónica y Mediapro la comercialización de los derechos de televisión del torneo por un montante total de 3.421 millones de euros por los tres años, a razón de 1.140 por temporada. Esta cantidad supone un 15% más que en el anterior trienio.
Esta partida supone una vía de financiación indispensable para los clubes, y la razón prácticamente unánime de su respaldo a las tesis de LaLiga en su conflicto con la Federación por los horarios de los encuentros. De hecho, los ingresos por esta vía suponen más del 60% del total para 16 entidades de LaLiga Santander, con casos palmarios como los del Eibar (95%), Leganés (90%) y Levante (90%). Es decir, una dependencia casi absoluta.
Pero son los clubes con una mayor diversificación de recursos y con una menor subordinación televisiva los que se han permitido costear los principales desembolsos del verano: Barcelona (Griezmann, 120 millones), Atlético de Madrid (Joao Félix, 126 millones) y Real Madrid (Hazard, 100 millones). Su cuota de mercado exterior, sus contratos de marketing y publicidad y los premios económicos por los éxitos en la Champions League les facilitan su predominio.
El Madrid ha desembolsado algo más de 300 millones, mientras que el Barcelona, a falta de comprobar qué ocurre con Neymar, ha gastado 255 y el Atlético, sin el cómputo por el todavía no ejecutado fichaje de Rodrigo, ha invertido una cantidad superior a los 240. En total, un volumen superior a los 800 millones "y más del 50% del gasto total", apunta Roberto Bayón. Destacan también las cantidades invertidas por los equipos sevillanos, además del Valencia. El caso más curioso lo protagoniza el Athletic, uno de los equipos de la clase media de LaLiga que más percibe por TV -casi 75 millones- y cuya inversión ha sido de cero euros.
Hazard, Griezmann, Joao Felix y Maxi Gómez, cuatro de las incorporaciones más relevantes. Europa Press
No obstante, hay otras razones que explican el recuperado poderío económico del fútbol español. "El control financiero implantado por LaLiga es bastante estricto y ha permitido sanear las cuentas de muchos clubes", subraya. Esta revisión de los balances de las entidades a cargo de la patronal ha conducido a los clubes a la lógica de gastar solo lo que se ingresa. De esta manera, muchos fichajes se ejecutan con el dinero que llega por un traspaso previo. "En el fútbol no se mueve tanto dinero neto. Los clubes que compran mucho lo hacen porque antes han dado salida a otras ventas", apunta este analista.
Sin embargo, la primacía de la Premier League inglesa en el mercado de fichajes sigue intacta. Aunque ninguno de las principales referencias del campeonato -Manchester United, Liverpool, Manchester City, Arsenal y Tottenham- no sobrepasan la inversión de Real Madrid, Barcelona o Atlético, la gran fortaleza de su sector intermedio -un recién ascendido como el Aston Villa ha gastado 150 millones- le permite aventajar a LaLiga. No en vano, el equipo que menos ingresa por derechos televisivos en Inglaterra solo es superado en España por los tres grandes.
La suma de los gastos de la Bundesliga alemana y la Ligue 1 francesa apenas alcanza la inversión en España. Pero el Calcio italiano se ha reforzado enormemente en los últimos años, gracias sobre todo al impulso en imagen que supuso la llegada de Cristiano Ronaldo el año pasado a la Juventus. El torneo transalpino cuenta, además, con otra ventaja que hace escamar a los clubes españoles. "Mientras el 50% del salario bruto de un futbolista en España se destina al pago de impuestos, en Italia esa cifra oscila entre un 15% y un 25%", resalta Roberto Bayón.
En los últimos años, los informes sobre la salud financiera del fútbol español han servido a LaLiga para ilustrar la contribución de la industria del balompié al crecimiento económico del país. Según los datos de la patronal, el fútbol profesional en España generó en 2018 una actividad económica de casi 16.000 millones de euros, un 1,37% del PIB, con el abono de más de 2.000 millones en concepto de tributos como IRPF e IVA y la creación de 185.000 puestos de trabajo. "La mitad de los ingresos de los clubes se va en salarios, de los cuales el 50% revierte en las arcas del Estado. Aunque al aficionado le cueste apreciarlo así, el fútbol es un motor económico del país". LaLiga abre su telón de la nueva temporada y ahora queda por comprobar si las inversiones de rendimiento más imprevisible que existen en los negocios, los fichajes, quedan amortizadas. En mayo de 2020 se despejarán las dudas.
