Enric Mas (Deceuninck Quick Step) no podrá alcanzar su objetivo de acabar entre los diez primeros en el Tour de su debut, ya que la tercera y última etapa pirenaica terminó con el sueño del subcampeón de la Vuelta a España 2018, que llegó a la cima de Prat D'Albis a 31:29 del ganador, el británico Simon Yates y en la general cayó hasta en el puesto 26, a 35:18 de su compañero de equipo y líder del Tour, Julian Alaphilippe.

Paradoja en el puerto inédito de Prat D'Albis. Mientras el maillot rojo de la Vuelta, el británico Simon Yates, alzaba los brazos por segunda vez en este Tour, el subcampeón sufría un calvario perdido en su soledad, afectado por problemas de estómago y sin una mano de su equipo que lo ayudara.

Mas optó por ir a su ritmo y tratar de llegar a meta evitando el cierre de control, un sufrimiento que finamente le permitió entrar en meta. A partir de ahora los objetivos del mallorquín se centrarán en recuperar fuerzas y luchar por un triunfo de etapa. Bien le vendrá la jornada de descanso y las etapas de montaña en los Alpes, donde aún tendrá que defender su equipo el liderato del francés Julian Alaphilippe. “En una Gran Vuelta, tendrás días muy buenos y días que sufrirás. Hoy -por ayer para el lector- ha sido uno de estos últimos. Lo importante es aprender de cada momento de mi primer Tour, recuperar el máximo posible mañana -por hoy-, día de descanso, y seguir luchando”, escribió en las redes sociales el de Artà.

Por otra parte, una nueva exhibición de Simon Yates (Mitchelton Scott) le permitió al británico - ganador de la Vuelta 2018- proclamarse rey de los Pirineos con una victoria en solitario en la inédita cima de Prat D'Albis, en una jornada en la que el francés Thibaut Pinot hizo temblar la general y peligrar el maillot amarillo de su compatriota Julian Alaphilippe.

La etapa que cerraba los Pirineos tuvo un comienzo muy complejo, con mil ataques y velocidad elevada. Nada menos que 47 kilómetros cubrió el pelotón en la primera hora de carrera. Costó largo rato confeccionar la fuga, pero finalmente se largaron 32, incluidos algunos otrora favoritos e ilustres derrotados la víspera en el Tourmalet. Yates, de 26 años, ganador de la primera jornada pirenaica en Bagnéres de Bigorre, repitió la jugada. Se metió en la escapada buena, atacó en el último puerto y levantó los brazos en la niebla de la cima para celebrar con tiempo su segundo triunfo en el Tour.

Le sobraron 30 segundos a Yates, lo que les faltó para alcanzarle a Pinot y a Mikel Landa, protagonistas de la etapa. El francés dinamitó la carrera atacando a saco en el Prat D'Albis, asfixió a un buen número de rivales y se colocó cuarto en la general a 1.50 de Alaphilippe, a quien se le vio ceder por vez primera.

Por su parte, Mikel Landa, que atacó en el penúltimo puerto, quedó cerca de la gesta, pero Yates voló en la subida y se encontró con un Pinot desatado. El alavés, otra vez líder del Movistar, séptimo en la general a 4.54 y con otro aire antes del descanso y en vísperas de los Alpes.

El despegue y posterior exhibición de Pinot le sirvió al francés para endosar 24 segundos a Bernal y Buchmman, 55 a Geraint Thomas, Kruijswijk y Valverde y 1.15 a Alaphilippe, quien pudo retener el maillot amarillo al final de la decimoquinta etapa disputa a través de 185 kilómetros entre Limoux y el alto de Prat D'Albis.

Cobra emoción la general. Pinot así lo ha decidido y su ambición y estilo atacante está alegrando la carrera, aún sin dominadores claros.

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