El ciclista de Artà Enric Mas se descolgó a falta de pocos kilómetros para llegar a la meta -cruzó en 16ª posición- y pierde seis puestos en la clasificación general tras la etapa del Tourmalet. Mas, que defendía el maillot blanco, acusó el esfuerzo del día anterior en la contrarreloj y se dejó en meta 2.54 minutos. Ahora es décimo por detrás del vasco Mikel Landa y por delante de Alejandro Valverde.

La fiesta nacional francesa -celebrada hace seis días- vivió una réplica en el Tourmalet con el triunfo de Thibaut Pinot y la consolidación del maillot amarillo en las espaldas de Julian Alaphilippe, en presencia del presidente de la República, Emmanuel Macron, y la euforia de una afición que vibró con sus héroes del Tour.

Ya en la salida se respiró una tensión silenciosa. Después de la crono el día del Tourmalet debía ser un escenario para iniciar remontadas o lograr una victoria de etapa balsámica y de enorme prestigio.

El Groupama y Pinot querían el botín del Tourmalet. Gaudu se sacrificó a fondo. Seleccionó el grupo y descolgó a Quintana y Mas. Lurgo el Jumbo de Kruijswijk tensó la cadena para descolgar a Fuglsang y Valverde.

En un final agónico y de intriga total, su esfuerzo encontró la recompensa. Pinot arrancó a 200 metros de la cima, abrió hueco y levantó los brazos por tercera vez en el Tour, imponiéndose con 6 segundos de adelanto sobre Alaphilippe, quien no solo optó a la victoria, sino que reforzó el maillot amarillo ante rivales directos como el galés Geraint Thomas o el holandés Steven Kruijswijk, alejados a más de 2 minutos en las plazas del podio.

Mikel Landa aguantó hasta el final pero no pudo rematar la etapa y acabó entrando a 14 segundos de Pinot. Landa trató de asomar la cabeza a menos de 2 kilómetros de meta, pero el ciclista francés y el Jumbo enseguida le cerraron el paso.

El campeón del mundo Alejandro Valverde, de 39 años, solo cedió en el último kilómetro y entró a 58 segundos. En la general pasó al noveno puesto, primer español a 5.38.

Ante la sorpresa general, el ritmo de Movistar también acabó con su propio líder. Quintana se descolgó y obligó a Soler a bajar a remolcar al colombiano. Fue una inexplicable maniobra de la escuadra española, que se suicidó con su propia estrategia, víctima del ritmo que impusieron sus propios corredores. Quintana entró a 3.24 y dijo adiós a sus opciones de podio, alejado a 7.19.

La decimoquinta etapa del Tour llevará al pelotón de Limoux al alto de Prat D'Albis, con final en alto después de 11,3 kilómetros de ascenso. Será la segunda y última jornada pirenaica.