La relación entre el Real Mallorca y Joan Sastre está rota a día de hoy y sin aparente solución en los próximos días o semanas. El varapalo que el consejero delegado del club Maheta Molango dio al jugador de Porreres el pasado miércoles en la presentación de la renovación de Vicente Moreno hasta junio de 2022, en el que acusó al futbolista de "estar mal asesorado", ha provocado un incendio de consecuencias imprevisibles.

El entorno de Sastre, que el jueves no participó en la sesión táctica, en una medida de presión por parte del club, y ayer solo escuchó las palabras que Moreno dirigió a la plantilla en el inicio del entrenamiento -a continuación se dirigió a los vestuarios, en chanclas, junto al lesionado Abdón- acusa a Molango de "intentar crear un conflicto" y que el jugador solo busca "un contrato digno". Las palabras de Molango, consideradas peyorativas hacia el jugador, han causado un gran malestar en Sastre, que no obstante ha optado por mantenerse en silencio y esperar que las aguas se calmen.

Sastre pertenece al Mallorca desde hace doce años. Afirman los que le conocen que es "mallorquín y mallorquinista como el que más" y que pelea por un contrato que "cree que se ha ganado".

La principal queja es que con Molango no hay lugar a la negociación. Es un o lo tomas o lo dejas. El principal ejecutivo del Mallorca es el que establece las condiciones del contrato, su duración, cláusulas y letra pequeña, sin posibilidad de debatir. Y a eso es a lo que no quiere plegarse Sastre y su representante, Jaume Martí Serra, sobrino del que fue entrenador y propietario del Mallorca Llorenç Serra Ferrer.

Martí no es el único agente de futbolistas que está teniendo problemas cuando negocia con Molango. David Guerrero, representante de Antonio Sánchez, no llega a un acuerdo con el club para renovar. El futbolista, con ficha del filial, queda libre el próximo 31 de agosto y el club está obligado a cederlo. El jugador acudirá el próximo lunes al primer entrenamiento del Mallorca B, aunque en un principio no estaba citado.

Otro caso conflictivo es el de Aleix Febas. El centrocampista catalán, que era propiedad del Real Madrid y ha jugado cedido en el Albacete la pasada temporada, donde ha sido uno de los destacados, solo ha fichado por los rojillos después de que dejara a su representante, el exfutbolista del Mallorca Dani García Lara. Nadie se atreve a decirlo públicamente, pero la sombra de que se producen presiones por parte del club hacia algunos representantes de futbolistas es cada vez más evidente. Molango buscaría agentes de futbolistas afines a sus intereses, rehuyendo los incómodos, los que dan problemas, como Martí, Guerrero o García Lara.

Sastre será agente libre el 1 de enero de 2020 y podrá negociar con el club que desee.

Valcarce Jugará cedido en la Ponferradina

El Mallorca cerró ayer la cesión de Pablo Valcarce a la Ponferradina hasta el mes de junio del año que viene. El extremo acompañará en su aventura en el conjunto berciano a Franco Russo y Sergio Buenacasa, también cedidos a este club. Por otro lado, la cesión de Stoichkov al Málaga se complica por momentos porque falta la firma del jeque del club Al-Thani y al jugador y a su representante se les está acabando la paciencia.