El Real Mallorca preguntó ayer a la Federación Balear qué posibilidades tiene de ocupar la plaza del Reus Deportiu en Segunda B, después de que el club catalán haya sido descendido a Tercera por deudas. El organismo federativo respondió que el club debe remitirse al Departamento de Asuntos Legales de la Federación Española para conocer el gasto que debería asumir. En función del montante estipulado, el Mallorca decidirá si le interesa o no reclamar esa plaza.

Esta sucesión de llamadas tuvo lugar una vez que la RFEF expulsara al Reus Deportiu de la Segunda División B cinco semanas antes del inicio de la competición, a causa de los constantes problemas económicos que sufre la entidad tarraconense.