No solo se ha convertido en la gran amenaza de Rafel Nadal para desbancarle de la segunda plaza en cuanto a grandes títulos se refiere, sino también de Roger Federer. Novak Djokovic ya suma dieciésis títulos con el obtenido ayer en Wimbledon, por dieciocho del mallorquín y los veinte del suizo.

Ahora mismo, no aparece nadie en el horizonte capaz de desbancar al número uno, pletórico, sin ningún rival que le inquiete, salvo Nadal en tierra, donde es el indiscutible rey.

Djokovic, como en su día Nadal y también Federer, ha regresado a la cima después de superar una grave lesión de codo que le dejó maltrecho y que le obligó a atravesar una larga travesía del desierto. En ausencia del balcánico, el suizo y el mallorquín se repartieron de forma consecutiva seis títulos grandes -Federer, Australia 2017 y 18 y Wimbledon 2017, y Nadal, Roland Garros 2017 y 18 y US Open 2017-, hasta que Djokovic rompió esta hegemonía en julio del pasado año cuando triunfó en la hierba de Wimbledon. Una victoria que le impulsó en el circuito porque, ya como número tres, un mes después se impuso en Cincinnati y, en septiembre, en el Abierto de Estados Unidos. Djokovic volvía a reinar.

Con su quinto título en Wimbledon, igualando al mítico Bjorn Borg y superando al no menos legendario Rod Laver, la sombra de Djokovic es cada vez más alargada. La diferencia con respecto a Nadal y Federer se recorta de manera importante, y si el serbio es capaz de mantener su privilegiado estado de forma en el US Open que empieza a finales de agosto, la amenaza es más que evidente.

A favor de Djokovic juega que es el más joven del triunvirato, 32 años por los 33 de Nadal y los 37 de Federer -cumple 38 el próximo 8 de agosto-. Con dos grandes en el bolsillo este año -Australia y Wimbledon- es el favorito en el abierto norteamericano, donde defiende el título obtenido el año pasado.

Para seguir aumentando su cuenta de títulos de Grand Slam, Nadal debe dar un paso más al frente, pese a que su rendimiento en Wimbledon ha sido plenamente competitivo.

Ya nadie disimula que el gran objetivo de los componentes del 'Big three' es liderar la clasificación de los Grand Slam. Federer perdió ayer quién sabe si su última oportunidad de sumar su título 21. Nadal llega al US Open, el grande que mejor se le da después de Roland Garros, con todas las garantías para lograr su decimonoveno título, y Djokovic parece embalado para hacer historia.

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