Elia Viviani, campeón olímpico de omnium, ya sabe lo que es ganar en las tres grandes tras alzar los brazos en Nancy como vencedor de la cuarta etapa del Tour, una espina que tenía clavada el italiano del Deceuninck Quick Step y que pudo festejar con su compañero francés y maillot amarillo Julian Alaphilippe. El mallorquín Enric Mas pasó por meta en el mismo grupo que el ganador de la etapa, lo que le permitió mantenerse en la octava posición de la general, a 46" del líder, Alaphilippe.

Jornada marcada a fuego por los velocistas y rematada por Viviani, de 30 años, en una llegada a todo tren con todos los velocistas apretando los dientes en la recta de meta. Superó el reto batiendo al noruego Kristoff, al australiano Caleb Ewan y al eslovaco Peter Sagan, todos en un tiempo de 5h.09.29 marcado en el trayecto entre Reims y Nancy.

Viviani no levantó los brazos en el Giro, abandonó cuando llegó la montaña cabizbajo. Le faltó el alimento de la victoria, pero con cinco etapas en la carrera rosa y tres en la Vuelta le faltaba la sensación de ganar en el Tour. Fue la locura. Lo celebró casi más que la medalla de oro en Río.

Día tranquilo para los hombres de la general, que siguen mirando con ojos golosos la etapa del jueves con el primer final en alto en La Planches des Belles Filles. Alaphilippe lanzó a Viviani y acabó su primer día de amarillo sin sobresaltos.

En la general le sigue el belga Van Aert a 20 segundos y el holandés Steven Kruijswijk a 25. En la zona de favoritos Egan Bernal es el líder real en la lucha por el maillot amarillo, sexto, precediendo a su compañero gales Geraint Thomas. El primer español, el mallorquín Enric Mas, continúa su andadura en la octava posición,a seis segundos del colombiano.

El viaje entre Reims y Mancy tenía 213 kilómetros y estaba marcado para los velocistas, quienes no pueden dejar escapar las oportunidades porque pronto las pasarán canutas en la montaña. Así que la jornada tuvo un poco de todos estos ingredientes.

La fuga no fue a ninguna parte, pero nadie les quitó a los tres aventureros más de cuatro horas "chupando" cámara en televisión, un regalo para los patrocinadores A 16 de meta fueron cazados por el pelotón, ya espabilado en las labores de aproximación y gestión del esprint. Empezaba otra carrera, la de verdad.

El puerto se bajó a 80 por hora, "una locura" para los que piensan, como Enric Mas, que es un riesgo excesivo, pero "es el Tour". Los equipos iban buscado su sitio, pero en la aproximación el Ineos evitó riesgo poniéndose en cabeza con todo el equipo. A 3 de meta, amparados por la norma del reglamento que equipara los tiempos para todos, de la cabeza desaparecieron todos los favoritos y sus equipos.