Álex Abrines ha hablado. Y lo ha hecho alto y claro. El alero mallorquín, que el febrero pasado fue cortado por los Oklahoma City Thunder por causas hasta ahora desconocidas, ha desvelado en un vídeo todos los problemas psicológicos que le han apartado del baloncesto durante los últimos meses.

El jugador, criado en la cantera de La Salle, ha reconocido que "no podía ni ver" la pelota, que incluso llegó a odiarla. "A la mínima oportunidad te esquivaba, solo quería huir de ti y de todo lo que te rodea", ha asegurado el alero mallorquín.

Abrines ha desvelado que necesitó "la ayuda" de los suyos y de los "mejores profesionales para recuperar la felicidad" y que en muchas ocasiones pensó "en tirar la toalla". "Me he armado de valor para acabar con esta pesadilla y lo he conseguido, he recuperado la sonrisa", acaba revelando en el vídeo. "He vuelto", señala.

Los Oklahoma City Thunder anunciaron la rescisión de contrato del jugador el pasado 10 de febrero, después de haber disputado 31 partidos durante la temporada como consecuencia de unos "problemas personales". El escolta balear renunció a casi la totalidad de los 1,8 millones de dolares pendientes de su ficha.

El misterio en torno a la figura del mallorquín aumentó tras conocerse el corte del jugador y se le llegaron a atribuir lesiones de espalda, una hernia, un virus y dolores de estómago. Muy activo en las redes sociales, Abrines no ha dejado de mantener el contacto con sus fans y amigos durante los meses que ha estado alejado de las canchas.

Su fichaje por el Barcelona, club que posee una opción preferencial, está muy cerca y podría anunciarse en los próximos días. Mientras tanto, el jugador ya prepara la organización de la segunda edición del campus de baloncesto que lleva su nombre y que se celebrará del 13 al 20 de julio en el polideportivo municipal de Muro.

Este es el texto íntegro de las explicaciones que ha dado Álex Abrines en su vídeo:

"Querido amigo, la que me has liado. Tanto tiempo juntos y ahora me haces esto. Nos conocemos desde que no sabía ni caminar. Años y años de una amistad inquebrantable hasta que hace unos meses todo se rompió en mil pedazos porque empezaste a darme miedo. No te podía ni ver, incluso llegué a odiarte. Vernos era poco menos que una obligación, a la más mínima oportunidad te esquivaba, solo quería huir de ti y de todo lo que te rodea. Pasé mucho tiempo diciéndome a mí mismo que todo esto no podía ser verdad, que no tenía sentido, que debía volver a ser el que era. Por eso pedí ayuda a los míos y recurrí a los mejores profesionales para recuperar la felicidad cada vez que sentía cuando estábamos juntos. Decidí decir basta, quería luchar por nuestra amistad y recobrar juntos la sonrisa. No ha sido fácil, muchas veces he pensado en tirar la toalla. Me decía a mí mismo que encontraría otras maneras de inspirarme y sacar lo mejor de mí, pero nada ni nadie me ha calado tan hondo como tú. Así que me he armado de valor para acabar con esta pesadilla y lo he conseguido, he recuperado la sonrisa, las ganas de verte y de volver a pasar una y mil horas juntos. Querido balón, he vuelto. Soy yo. Álex. Gracias por estar ahí siempre esperando".