El Atlético Baleares ha bordado una temporada casi perfecta, solo encapotada por su titubeante participación en los play-off de ascenso a Segunda División. Una plantilla demasiado corta y la nefasta campaña que firmó el equipo el curso pasado, salvándose en la última jornada, no invitaban al optimismo, pero sin grandes alardes, el conjunto blanquiazul ha ido de menos a más, convirtiéndose en una de las grandes revelaciones del curso.

El equipo balearico, a la orden de Manix Mandiola, ha basado su efectividad y sus números en un 2019 casi impecable. Son Malferit se ha convertido en un feudo inexpugnable que, esta temporada, ha visto perder a su equipo en una única ocasión, fue en la jornada 4 ante el Sabadell (1-2). Como locales, los blanquiazules han sumado 50 de los 75 puntos logrados durante el curso regular, siendo el mejor conjunto dentro de su estadio de los 80 que comprenden la categoría.

Lejos de exquisiteces, los pupilos de Mandiola han entendido a la perfección las instrucciones de su técnico, basando su fútbol en la efectividad y alejándose del espectáculo. La victoria más abultada del curso la firmaron ante el Ejea (4-1), mientas que la derrota más dura nunca fue por más de dos goles de diferencia (ante el Cornellà por 2-0).

El Atlético Baleares estrenó el curso con pasos titubeantes, sumando solo cinco de los primeros quince puntos posibles. Precisamente la peor racha del conjunto blanquiazul se produjo entre las jornadas 3 y 4, cuando enlazó dos derrotas consecutivas ante Ejea (a domicilio) y Sabadell (la única en casa). Los fantasmas del pasado sobrevolaron Son Malferit y la cabeza de Mandiola llegó a colocarse en la palestra. Con el equipo en la decimocuarta posición, los play-off parecían una utopía, pero el paso de las jornadas fue consolidando al conjunto blanquiazul.

Los mallorquines empezaron a sentirse cómodos, pese a mostrar dos caras muy diferentes cuando el equipo jugaba ante su gente o cuando lo hacía lejos de su feudo. El fortín de Son Malferit disfrutaba con las victorias de su equipo y la incomodidad que semana tras semana mostraban todos sus rivales. Fuera de la isla, los pupilos de Mandiola trabajaban a trompicones, sumando alguna que otra derrota durante la primera vuelta ante equipos como el Villarreal B (2-1), el Cornellà (2-0) o el Lleida (3-2).

El conjunto blanquiazul asaltó los puestos de play-off en la undécima jornada, posiciones que ya no abandonaría en toda la temporada. El mercado de invierno acrecentó los ya conocidos problemas entre la directiva y el cuerpo técnico, provocando dimes y diretes entre ambos, pese a todo, el equipo siguió a lo suyo y, con la llegada del ecuador del curso, inició una dictadura sin tregua que alargaría hasta el mes de junio.

El Baleares acumuló 24 jornadas consecutivas sin conocer la derrota. La última de ellas databa del 22 de diciembre de 2018. Desde ese partido disputada en Lleida, el conjunto blanquiazul intercaló victorias y empates durante veinte jornadas de la competición regular y cuatro partidos en los play-off, una racha que truncó el pasado 23 de junio el Mirandés en Anduva (2-0).

Esa catarsis de resultados condujo al equipo a liderar la tabla del Grupo III en la vigésimo quinta jornada, posición que ya no abandonó en todo el curso. El Baleares selló el liderato en la jornada 37, al imponerse por 2 a 1 ante el Lleida en Son Malferit. El último partido, mero trámite, lo disputó ante el Hércules, segundo clasificado.

El equipo llegó demasiado justo a los play-off, fruto de contar con una plantilla demasiado corta. Todo un histórico como el Racing no perdonó y, pese a no imponerse al conjunto blanquiazul en ninguno de los partidos de la eliminatoria de los campeones, el valor doble de los goles a domicilio fue suficiente para que los santanderinos hicieran prevalecer su potencia. El Melilla, en la segunda eliminatoria, tampoco fue un rival sencillo, pero Nuha se autoproclamó héroe en el día de su cumpleaños para dar a alas a su equipo en el partido de la vuelta. La última ronda, ante el Mirandés, forma parte ya de la historia de este club.