Santos Márquez, el agente de deportistas acusado de administración desleal en el traspaso del portero Iker Casillas al Oporto, por dejar al margen de la comisión a una empresa con la que tenía contrato, alegó ayer en el juicio ante la Audiencia de Palma que esa operación la hizo "como agente libre". "Yo no debía compartir ninguna comisión con Mallorca Viva porque era una operación que me habían encargado a mí como agente libre", aseguró ante el tribunal sobre la empresa que le denunció por esa operación.

La Fiscalía pide 4 años de prisión para él y la acusación particular que representa al que fuera su socio reclama 6 años. El agente explicó que constituyó en 2008 una empresa con los querellantes en la que él aportaba su trabajo y sus conocimientos y los socios el capital necesario para las operaciones, pero señaló que en 2012 les vendió sus participaciones por lo que entendía que había dejado de tener "vinculación oficial" con ellos desde entonces.