Felipe Paradynski cierra la puerta del Palma Futsal tras cinco años en los que se ha hecho mayor y se ha ganado a pulso ser uno de los mejores jugadores de la Primera División, internacional con Brasil y en el que ha explotado todas las virtudes y condiciones que apuntaba cuando llegó tras su experiencia en Rusia. El pívot se despidió ayer en Son Moix en un acto organizado por el club. Estuvo arropado por el cuerpo técnico y gran parte de sus compañeros. "Es un día complicado para mí y para el club porque me despido de mi familia, de mi casa en las últimas cinco temporadas, y me voy porque hablé con mi familia y pensé que era el momento de nuevos objetivos, de nuevos retos en mi vida de deportista y porque necesitaba esto", comentó. "Llegué aquí al inicio de un proyecto súper interesante, un reto ilusionante y lo cogí con todas las fuerzas, porque soy así, soy ganador, me gusta ganar en todo y esa es mi mejor cualidad. El Palma quería ser uno de los mejores de España y para mí hemos conseguido mucho más que eso porque tenemos miles de aficionados, tanto en Palma como en la isla, en España y fuera. El Palma es un equipo conocido mundialmente. Si hablas con cualquier jugador, entrenador o aficionado saben del Palma y yo me siento orgulloso de ser parte de eso. Son Moix es el mejor sitio del mundo para jugar.

Por su parte, el presidente del Palma Futsal, Miquel Jaume, lamentó la salida de uno de los jugadores más importantes de las últimas temporadas. "No me siento muy feliz porque es la despedida de Felipe y que se vaya un jugador que nos ha dado tanto es un problema, pero la vida sigue. Sabe que aquí siempre tendrá su casa y como otros jugadores que han vuelto, igual cualquier día vuelve a jugar con nosotros", resaltó.