Mereció poco el Atlético Baleares, pero es que incluso mereció menos el Melilla en el Álvarez Claro. La eliminatoria de los play-off por el ascenso está abierta. Los blanquiazules vuelven a llevarse un resultado demasiado justo (0-0), como ya ocurriera en El Sardinero, del primer partido de la serie. Los mallorquines deberán cumplir con su cometido en Son Malferit para alcanzar la final por la promoción.

Mandiola se vio obligado a ejecutar varios cambios en su once de gala. La importante baja por lesión de Kike López en el lateral diestro la suplió el vasco con la versatilidad de José Peris. Vallori y Villapalos formaron en el eje de la defensa y Rubén tomó el flanco izquierdo.

La ausencia de Samuel Shashoua fue la nota negativa de la jornada. Aquejado de unos dolencias en la espalda, el británico no fue capaz de llegar a la importante cita en tierras norteafricanas. El futbolista cedido por el Tottenham viajó con la expedición blanquiazul y presenció el partido desde la banqueta.

La inoperancia de Marcos de la Espada en la primera eliminatoria ante el Racing de Santander la suplió Manix con la presencia sobre el verde de Pedro Ortiz, quien formó trivote en el centro del campo con Rovirola y Francesc Fullana. Canario tomó la banda diestra y Hugo Díaz la opuesta. En la punta de ataque, Mandiola otorgó los galones a Nuha Marong, máximo artillero del equipo con diez tantos.

La primera parte en el Álvarez Claro fue un despropósito de fútbol y ocasiones. Cierto es que las condiciones del campo no ayudaban a la circulación del esférico, pero ni Melilla ni Baleares fueron capaces de dar cuatro pases seguidos en el transcurso de los primeros 45 minutos.

Los de Luis Miguel Carrión demostraron, desde el minuto uno, encontrarse varios escalones por debajo del nivel que exhibió el Racing de Santander en la eliminatoria de los campeones. El asedio que el Baleares sufrió en El Sardinero contrastaba con el dejar hacer del Melilla en el Álvarez Claro. Pese a la libertad, los mallorquines desaprovecharon la ofrenda.

Se echó en falta la visión de juego de Villapalos, la verticalidad de Canario por las bandas y los centros de Fullana al área. Nuha, Pedro Ortiz y Hugo apenas participaron en el juego balearico y solo la defensa blanquiazul cumplió con su cometido. El soporífero ritmo del encuentro y la falta de ocasiones ahogaron el partido. El descanso llegó como agua de mayo, un buen tentempié para no quedarse dormido.

El partido pedía a gritos que sus técnicos movieran ficha, pero Carrión y Mandiola se negaron a las exigencias del fútbol vistoso y no tocaron su once hasta el minuto 63 del encuentro. En ese tiempo el Melilla despertó de su letargo y empezó a inquietar la portería de Carl Klaus con poco descaro y menos acierto.

El Baleares seguía inoperante y los cambios del eibarrés, de carácter claramente defensivo, no ayudaron a avivar el encuentro. El empate a cero era inevitable. El conjunto blanquiazul tuvo la suerte de toparse con un rival que le exigió muy poco a nivel defensivo. La vuelta, como ya ocurriera en la primera eliminatoria, queda abierta. Son Malferit dictará sentencia.

Ficha técnica:

U. D. Melilla: Dani Barrio, Pepe Romero, Jilmar, Richi, Chakla, Alfonso, Moha Traoré (Héber, min 67), Otegui, Óscar García, Menudo y Ruano (Igor Mar´tinez, min. 83).

Atlético Baleares: Klaus, Peris, Rubén, Vallori, Villapalos, Rovirola, Canario, Pedro Ortiz, Nuha Marong (Marcos, min, 67), Fullana y Hugo Díaz (Álvaro Vega, min. 73).

Goles: No hubo.

Árbitro: Sánchez Villalobos (Comité andaluz).

Tarjetas amarillas: Sofian Chakla (min. 16), Nuga Marong (min. 40), Traoré (min. 56) y Álvaro Vega (min. 89).

Tarjetas rojas: No hubo.

Estadio: Municipal Álvarez Claro. Unos 5.000 espectadores.