Patri Guijarro (Palma, 1998) no había alcanzado la mayoría edad cuando el extécnico del Barcelona, Xavi Llorens, se atrevió a pronosticar sus porvenir. "Será la próxima gran referente de la selección española", aseguró sin titubeo alguno, recién llegada la joven al vestuario azulgrana procedente del modesto Collerense. Contaba Patri Guijarro escasos 17 años. Era el verano de 2015 -"ese salto me hizo madurar muchísimo", conviene la futbolista- y desde entonces parece empeñada en hacer certera la visión del primer entrenador que tuvo Leo Messi en la entidad catalana, allá por 2001.

La mallorquina ha ido ganando un peso específico dentro del equipo en los cuatro últimos años, por sus dotes como directora del juego, por su despliegue físico y por su llegada al área. "Pocas futbolistas", apuntan desde el cuerpo técnico del Barcelona, "juegan a su edad como una veterana". "Patri es una crack", cierra Vicky Losada, capitana del equipo. Aunque por fútbol y por poderío puede llevar a engaño, Patri Guijarro cuenta tan solo 21 años. Hace nueve meses, de hecho, visitó Francia para disputar con la selección española el Mundial sub-20.

Se marchó de ese torneo herida por la derrota en la final ante Japón. Además de la medalla de plata, la balear recogió los dos mayores reconocimientos individuales del torneo. "Todo el mundo me recuerda como Balón de Oro y Bota de Oro y seguramente muchos ojos estén puestos ahí y es normal", reflexiona Patri Guijarro. "Pero tu carrera es lo que intentas ser y lo que quieres conseguir; y yo intento hacerlo lo mejor posible. Si no tienes pajaritos en la cabeza, mantienes los pies en el suelo e intentas ir mejorando cada día, creo que esa presión no tiene que poder contigo", apunta con naturalidad.

Con sinceridad confiesa, en cambio, que no esperaba verse "tan pronto" en la selección absoluta. "Alguna vez he hablado con Lucía García y con Aitana Bonmatí que la absoluta tenía ya jugadoras muy jóvenes y que nosotras quizás dentro de tres años podríamos hacer con ellas algún entrenamiento y, mira, estamos tres jugadoras del pasado Mundial sub-20 en este Mundial", celebra la mallorquina. Para llegar a Le Havre, donde La Roja se estrenará mañana (18:00 horas/Gol TV) ante la selección de Sudáfrica, Patri Guijarro debió desenredar un laberinto: un periodo de baja estimado entre 6 y 8 semanas se extendió cuatro meses, de finales de enero a mediados de mayo. "Fueron cuatro meses muy difíciles", afirma. "Antes de la primera operación me infiltraron y tuvimos que esperar para ver cómo reaccionaba ese ganglión en el pie. Se me hizo largo. Fui pasando etapas y, cuando empezaba a ver la luz, cuando iba a empezar a correr y a tocar balón, fue la recaída. Se me infectó un punto. Ese fue el momento más duro", recalca.

Se levantó de la segunda intervención fijándose una fecha para su recuperación. "Fuera o no fuera al Mundial, yo quería prepararme como si fuese a ir. Eso independientemente de que Jorge Vilda me convocase o no", cuenta Guijarro. La centrocampista palmesana le ganó la batalla al calendario. Los servicios médicos del Barcelona le dieron el alta minutos antes del inicio de la final de la Liga de Campeones, el pasado 18 de mayo. Aunque no jugó, dos días después encontró su nombre en la lista para el Mundial. "Tenemos mucha fe y mucha esperanza en ella", explicó entonces el técnico español. "Patri Guijarro fue la mejor jugadora del Mundial sub-20 del pasado año", recordó.

Ya "recuperada", "sin molestias" en el pie y agradecida al entrenador madrileño por haberla convocado -"no era fácil", reconoce- la '12' de La Roja se ve "casi al cien por cien". "Obviamente, sabía que no iba a volver igual así que intento no venirme abajo si algo sale mal. Yo he intentado hacer todo lo posible para estar aquí. Quiero estar a tope y hacerlo como sé, todo al cien por cien. Vengo de una lesión larga pero, sorprendentemente, el primer día que golpeé balón no me noté torpe. El pie está exactamente igual que el otro y yo intentaré estar como estaba antes de la lesión. Yo he demostrado en el campo lo que es Patri Guijarro", sentencia la barcelonista.

Con la ilusión de verse sobre el césped, se ofrece como 8 o como 6: "En el Barça tengo un rol algo más defensivo mientras que en la selección juego como interior, en un puesto más ofensivo porque a Jorge le gusta mucho la llegada al área. Una de las cosas de las que pecó la selección en el Europeo fue de no anotar goles. Necesitamos llegadas al área y yo me considero una jugadora ofensiva. Este año he conseguido marcar goles y por ahí van los tiros de lo que es mi perfil y de lo que quiere el seleccionador de mí".