El crecimiento social del Palma Futsal desde hace un lustro es extraordinario y las cifras del Palau de Son Moix son de récord. La asistencia media en los diecisiete partidos oficiales disputados esta temporada es de 3.125 espectadores, lo que supone un nuevo récord. De hecho, supera las cifras de la pasada temporada en la que la asistencia media se cifraba en 2.500 espectadores, una cantidad que ya suponía una marca histórica y que ha quedado pulverizada esta temporada en la que el club ha alcanzado los 3.000 abonados, otra cifra para la historia y que supone ser el club con más abonados de la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala y el segundo club de Baleares por detrás del Real Mallorca.

La asistencia de espectadores se ha multiplicado esta temporada cuando parecía imposible aumentar el número de aficionados en las gradas.

Tanto es así que esta temporada se ha colgado el cartel de entradas agotadas en cinco partido, tres de fase regular y los dos del playoff. Los encuentros en cuestión fueron las visitas de ElPozo Murcia, Movistar Inter y Barça Lassa en la fase regular y los dos partidos del playoff frente a Movistar Inter y Barça Lassa. En los cinco casos se registró una entrada de 3.920 espectadores (el aforo de Son Moix son 4.000 espectadores pero el club reduce el aforo en 80 plazas que se dedican a ampliar los dos banquillos y la zona de prensa). Fuera del fútbol no se conocían estas cifras en ningún otro deporte en la historia de Balears y el Palau Municipal d'Esports de Son Moix se ha convertido en una de los templos icónicos de la mejor liga del mundo de fútbol sala y admirado por clubes, organismos y aficionados de este deporte a nivel general. De hecho, el club recibe a lo largo del año numerosas felicitaciones por la imagen que ofrece el pabellón en cada partido en casa y el ambiente que se genera. Y lo extraordinario es que hace poco más de cinco años la media de aficionados apenas alcanzaba los mil por partido.

El seguimiento del club a nivel social alcanza cotas impensables cuando aterrizó en el Son Moix tras las obras de reforma del pabellón. Si bien ya fue capaz de llenar el Palma Arena con 7.000 espectadores, el paso importante ha sido fidelizar su gran masa social.