El gran duelo está servido. El partido más esperado por los millones de aficionados al tenis se disputará mañana, viernes. Rafel Nadal y Roger Federer se enfrentarán por trigésimo novena vez con un balance de 23-15 para el mallorquín. Pero donde se ha producido un mayor dominio del actual número dos del mundo sobre el suizo es en tierra, sobre todo en la arcilla de París, donde Nadal se ha impuesto en las cinco veces que se han enfrentado en la Phillipe Chatrier. Por lo tanto, le espera un reto mayúsculo al helvético, que a punto de cumplir 38 años -lo celebra el próximo 8 de agosto- aspira a una victoria que sería sonada en su carrera, y eso que ha celebrado más que ningún otro.
Nadal y Federer se verán las caras por primera vez desde el Masters 1.000 de Shanghái en octubre de 2017. Ganó el suizo, que lo hizo por quinta vez consecutiva y por cuarta ocasión aquel año, entre ellas la final del Abierto de Australia. Ahora la situación parece diferente, aunque solo sea por la tiranía de Nadal en su superficie favorita, y más en Roland Garros donde solo ha perdido dos de los 91 partidos disputados.
La historia de sus enfrentamientos en la Phillipe Chatrier empieza en las semifinales de la edición de 2005, la primera participación de Nadal en el grande de tierra y el año de su primer triunfo. Se impuso Nadal en el día de su decimonoveno aniversario en cuatro sets en lo que fue su tercer enfrentamiento.
En 2006 disputaron su primera final de un Grand Slam y se llevó la victoria Nadal en cuatro sets. Aunque en el primero se llevó un susto ya que Federer pasó por encima de su rival, 1/6, pero se rehízo con un 6/1, 6/4 y 7/6 en tres horas y dos minutos. Nadal se convertía en el primer tenista que conseguía dos títulos consecutivos en París en el año de su debut.
En 2007 volvió a ceder un set en la final contra Federer, el único en todo el torneo. Se convierte en el único jugador, junto a Borg, en ganar tres veces consecutivas en la historia del torneo.
En 2008 Nadal endosó a su gran rival la que posiblemente es la más humillante derrota de su carrera. El resultado lo dice todo: 6/1, 6/3, 6/0 en 1 hora y 48 minutos. Conquistaba su cuarto Roland Garros consecutivo, gesta hasta entonces solo alcanzada por el sueco Bjorn Borg (78-81). Fue la tercera final de un Grand Slam más corta de la historia tras la de Jimmy Connors al australiano Ken Rosewall en el US Open de 1974 (6/1, 6/0, 6/1) y la de Guillermo Vilas al norteamericano Brian Gotfried en Roland Garros 77 (6/0, 6/3, 6/0).
Hace ocho años ya que se vieron las caras por última vez en la central de Roland Garros. Fue el 5 de junio de 2011 y Nadal triunfó por 7/5, 7/6, 5/7, 6/1 en tres horas y 39 minutos. Fue su sexto título en Roland Garros e iguala el récord de Borg, que con el paso de los años ha dejado pequeño. Además de por la victoria, este partido es recordado porque Nadal levantó un 5-2 y pelota de set en el primer parcial para sumar siete juegos de forma consecutiva y un 0-40 en el primer juego del cuarto.
Mañana se disputa el sexto capítulo de los duelos entre estos dos monstruos en París. En los cinco celebrados hay una tónica: salvo la paliza de 2008, en todos los encuentros Nadal ha cedido un set a Federer, que no gana a Nadal en tierra desde el Masters 1.000 de Madrid en 2009. Hace la friolera de diez años.
Aplazados por la lluvia todos los partidos de ayer
La lluvia irrumpió con fuerza ayer en Roland Garros y provocó el aplazamiento de todos los partidos de la jornada, alterar seriamente el desarrollo normal del torneo. Y las previsiones advierten que seguirá lloviendo con fuerza sobre París tanto hoy como mañana, viernes.
