El Atlético Baleares se enfrentará el próximo fin de semana -todavía se desconoce el día y la hora- a un bloque granítico al que es muy difícil marcar. Es el Melilla, un equipo creado como cada temporada con el objetivo del ascenso a la Liga 123 y entrenado por Luis Miguel Carrión.

Con un presupuesto de 1,5 millones de euros, el Melilla ha sido líder de su grupo durante prácticamente toda la temporada. Pero la misma se le ha hecho demasiado larga y al final ha acusado el cansancio para finalizar en tercera posición. En la última jornada se jugaba el liderato con el Recreativo de Huelva y el Cartagena, pero una derrota en su estadio del Álvarez Claro ante el Ibiza (0-1) acabó con sus ilusiones de finalizar primero.

El Atlético Baleares visitará el próximo fin de semana un campo con capacidad para unos siete mil espectadores, aunque difícilmente se llenará. En la primera eliminatoria, ante el Villarreal B, acudieron unos 4.500. El césped es de hierba natural aunque, debido a su mal estado durante buena parte de la temporada, el equipo ha entrenado sobre el césped artificial del campo federativo de la Espiguera, por lo que no se encontrarán raros en Son Malferit.

El Melilla tiene a su delantero Óscar García a su jugador de referencia. Autor de catorce goles, ha sido la gran sorpresa de la temporada tras irse traspasado el titular, el hispano francés Yacine, al Elche en el mercado de invierno por 300.000 euros. El centrocampista Menudo suma siete goles. Antonio Otegui, centrocampista cedido por Osasuna, es el cerebro del equipo.