Lo han tocado con las manos tanto el Atlético Baleares como el Iberojet Palma, pero será en otra ocasión. A lo mejor el 30 de junio para el equipo de fútbol, la próxima temporada ya para el de baloncesto, que se ha quedado en la orilla ante el equipo anfitrión de la Final Four.
La imagen de los jugadores del Atlético Baleares al final del partido, tendidos en el suelo de Son Malferit, es de aquellas que se tardan tiempo en olvidar. Son futbolistas que se lo han currado de lo lindo durante la temporada. La entrega de Fullana, la garra de Nuha, el sufrimiento de Kike López, la calidad de Samu, la experencia de Vallori y el saber estar de Villapalos deberán esperar una nueva ocasión para tocar la gloria. Parecía ayer el día indicado tras el empate sin goles en El Sardinero. Pero de nuevo se ha demostrado que no marcar fuera es muy peligroso. Estás expuesto a un gol del rival que te obliga a marcar dos. Los jugadores de Mandiola se quedaron sin fuerza y hundidos con la diana de Buñuel en una jugada ensayada.
El mensaje de realidad y sentido común lo volvió a poner Mandiola al final del partido, y dijo una verdad como un templo: "En la vida no siempre hay dos oportunidades, y nosotros las tenemos". No es hora de lamentaciones y sí de levantarse. Quedan dos opciones más y hay que aprovecharlas, la primera en Melilla. El Atlético Baleares ha esperado demasiado tiempo, 56 años, para dejar escapar una nueva oportunidad. Méritos para conseguir el objetivo ha hecho de sobras.
Iberojet. No menos dolorosa ha sido la derrota del equipo de baloncesto, que se ha quedado a un palmo de ascender a la ACB. La verdad es que todo estaba en contra del Iberojet, que jugaba en casa de su rival en la final, el Bilbao, en un ambiente infernal. Mereció más el equipo de Alonso, que, no obstante, ha pagado muy caro el pésimo porcentaje de triples, 4 de 27 intentos. Así resulta muy difícil ganar una finalísima como la de ayer. La nota positiva es que el proyecto continúa. Hay que volver a intentarlo.
La muerte de Reyes. La desaparición de forma trágica del futbolista del Extremadura y santo y seña del sevillismo, José Antonio Reyes, ha dejado en shock al fútbol español. Un futbolista que se encontraba en el último suspiro de su carrera deportiva pero en el inicio, a sus 35 años, de una vida plena. La Federación Española reaccionó rápido y decidió aplazar la jornada del domingo al martes, una decisión que ha traído cola porque eran ya muchos los aficionados que tenían compradas su entradas, con el billete de avión en la mano y el hotel reservado. Había posiblemente otras maneras de mostrar el duelo por el deportista fallecido para que no pagaran los de siempre, los aficionados, a lo que muy pocas veces se tienen en cuenta.
El gran día del Palma Futsal. Como reza la canción del gran Joan Manel Serrat, hoy puede ser un gran día para el Palma Futsal, que se juega disputar la gran final por el título ante ElPozo Murcia. Antes deberá hacer una machada, la que a punto estuvo de realizar hace una semana, ganar en el Palaublaugrana. Solo los penaltis impidieron la victoria ante el todopoderoso Barça Lassa. El equipo de Vadillo está convencido de que puede lograr la gesta porque en los dos partidos de la serie ha demostrado ser superior a su rival. Lo tiene que volver a demostrar hoy. En cualquier caso, y pase lo que pase, los jugadores, el cuerpo técnico, en definitiva, el club, se merece el mayor de los aplausos.
