Estamos metidos de lleno en el fregado del final de competición. La primera división ya se acabó pero la eterna segunda división de 22 equipos y 42 partidos, más su respectivo play-off, aún está vivita y coleando.
Nos ocupa el Real Mallorca que podría haber certificado su participación en ese play-off de ascenso con un empate en Riazor y que, de momento, deberá esperar.
En el minuto 94 de partido ante el Depor los mallorquinistas tenían el objetivo logrado con el que iba a ser su primer empate a cero de la temporada, pero un minuto después, un penalti le daba la victoria al Depor que pasa a tener vida cuando apuntaba a descartado y a dejar al Mallorca preocupado porque si en ese momento bastaba un punto, ahora son necesarios tres pero con una jornada menos por delante.
El Granada en Son Moix jugándose el ascenso directo y el Extremadura fuera de casa no jugándose nada son las dos cartas que le quedan al Mallorca.
Entre Málaga, Mallorca, Cádiz y Deportivo, se juegan tres puestos en dos partidos. Uno quedará fuera.
Y con todo este lío deportivo, aparece el lío antideportivo. Las apuestas, los amaños y toda la basura que existió, existe y existirá, se pongan como se pongan y hagan lo que hagan.
Moraleja: que no salpique, por favor.
