El austríaco Niki Lauda, Niki Laudatricampeón de Fórmula Uno fallecido este lunes, convirtió la isla de Ibiza en su segunda residencia después de descubrirla en 1976, al poco tiempo de sufrir el grave accidente que en el circuito de Nürburgring.

Lauda explicó en una entrevista al Diario de Ibiza, del mismo grupo editorial que Diario de Mallorca, que la isla le devolvió la confianza y así logró recuperarse de aquel accidente que le dejó evidentes secuelas físicas en el rostro.

Durante algo más de cuatro décadas después, este piloto de Formula 1 hizo de la isla pitusa su lugar "para bajar la velocidad con la que vengo". "Tengo una relación muy fuerte con la isla, no me siento como un extranjero que tiene una casa aquí", decía entonces.

El legendario piloto llegó a la isla de la mano de su exesposa Marlene Knaus y de la madre de ésta, que ya residían en Ibiza. Pero, una vez divorciado de Knaus, también convenció a su actual esposa, Birgit Lauda, para que afincara en Ibiza. Knaus, por su parte, sigue residiendo en la isla, según el periodista ibicenco Juan Suárez.

Niki y Birgit cambiaron de casa en 2012 por considerar que la que moraban en Ibiza no era apropiada para sus niños pequeños, dijo la esposa a la revista austríaca Seitenblicke.

Los planes del matrimonio era permanecer en Ibiza y que sus mellizos, Max y Mía, nacidos en 2009, fueran a la guardería y luego a la escuela en la isla balear, porque, según la revista, en Ibiza vivían menos acosados por la prensa y la opinión pública que en Austria. De hecho, los hijos del primer matrimonio de Lauda con Marlene Knaus, Lukas y Mathías, estudiaron en la escuela pública del pueblo de Sant Carles.

"Eran unos vecinos más, iban al colegio del pueblo y su madre compraba en el supermercado de la mía", explica el actual concejal de Deportes del Ayuntamiento de Santa Eulària, Salvador Losa, quien solía jugar con Lukas, el hijo mayor de Lauda, en la casa del piloto. Pero Lauda también se mostró en alguna ocasión crítico con las autoridades ibicencas de las que dijo que, "piensan en solucionar los problemas de hoy, sin que haya un plan estratégico para el futuro". El expiloto estaba molesto por el hecho de que no hubiera espacio suficiente en el aeropuerto de Ibiza para estacionar su avión privado.

"Entre junio y septiembre, yo vengo con mi avión privado y tengo que aterrizar, dejar a mi familia, llevar mi avión a Palma para dejarlo estacionado allí porque no hay sitio en el aeropuerto de Ibiza, y luego regresar aquí por otro medio", explicó en una entrevista con el Diario de Ibiza.

Los restaurantes Trattoria del Mary Il Giardinetto, situados en el puerto deportivo de Marina Botafoc, eran lugares asiduos de Niki Lauda, quien también se dejó ver junto a Nico Rosberg en la heladería que éste último ha abierto en la zona de la Marina.

Este martes, la noticia de su muerte causó consternación entre los trabajadores del Il Giardinetto, donde lo recuerdan como "un muy buen cliente, muy educado y discreto".

Niki Lauda decidió pasar en Ibiza sus últimas navidades, en 2018, con el fin de recuperarse del trasplante de pulmón al que tuvo que someterse de urgencia en agosto pasado. El periodista Juan Suárez lo recuerda como una persona "afable" y un "apasionado de Ibiza".