Pocas veces se habrá presentado un final de mes de mayo y junio tan apasionantes como el que se avecina. Los equipos de élite de Mallorca llegan pletóricos al tramo decisivo de la temporada, donde se decide todo. Y lo mejor es que aspiran a lo máximo, a ascensos en unos casos y a títulos en otros. Y, como guinda, Rafel Nadal, que tras su victoria ayer en Roma, nada menos que ante el número uno Novak Djokovic, revalida su condición de principal favorito a Roland Garros, el gran objetivo de cada año del genial tenista de Manacor.
El Mallorca dio ante el Almería un paso casi definitivo para asegurar su presencia en los play-off de ascenso. En cualquier otra temporada, con los 67 puntos que suma, ya estaría matemáticamente clasificado, pero no en la Segunda de este año, exigente como ninguna. Si finalmente el equipo de Moreno juega el play-off, el mérito habrá sido enorme. Al Mallorca le podría bastar el próximo lunes un empate en Riazor ante el Deportivo de Martí dependiendo de lo que haya hecho el día anterior el Oviedo. Sin ánimo de chafar la ilusión de los más optimistas, el ascenso directo está prácticamente imposible. O lo que es lo mismo, debería ganar los tres partidos que quedan y el Albacete y Granada, que se enfrentan hoy, fallar en dos.
Por cierto, estaría bien que los homenajes que realiza el club, como el de ayer a los finalistas de la Recopa de 1999, no se celebraran de forma clandestina. Este tipo de actos tienen sentido si se hacen de cara al público. Aunque no es la forma de proceder de los actuales dirigentes porque no es la primera vez que sucede.
Esta tarde, todos pendientes del transistor, como en los no tan viejos tiempos. El Atlético Baleares conocerá a su rival en la eliminatoria de ascenso a Segunda,que saldrá del Racing de Santander -a priori el coco-, el decano del fútbol español Recreativo de Huelva, y el Fuenlabrada, que parece la perita en dulce. El equipo, plagado de suplentes, cumplió hasta el último día venciendo al Hércules en el Rico Pérez. El próximo fin de semana, unos más, otros menos, todos debemos ser balearicos.
El Palma Futsal dio la campanada el sábado al eliminar al pentacampeón de Liga y actual defensor del título Movistar Inter. La gesta del equipo de Vadillo es indudable y, con toda la moral del mundo, aunque conscientes de las dificultades, se medirán en semifinales al FC Barcelona, otro hueso duro de roer. Si se ha podido con el Movistar, porqué no pensar que la hazaña se puede repetir contra los azulgrana.
La primera gran final que se avecina es la que el próximo miércoles disputará el Iberojet Palma ante el Granada. El Palau de Son Moix debe ser una olla a presión para empujar al equipo de Félix Alonso a disputar la 'Final Four' de Bilbao el primer fin de semana de junio, el último paso para acceder a la ACB. Es un duelo a todo o nada en el que el equipo necesitará la mejor versión de Fran Guerra, sin duda el hombre más determinante de los mallorquines.
Primer título de Nadal. Suena raro, pero es que el propio Nadal lo ha convertido en noticia. Que hasta bien entrado el mes de mayo no haya sumado ningún título no ocurría desde que el de Manacor era todavía imberbe. Después de tres semifinales consecutivas -Montecarlo, Barcelona y Madrid-, el número dos del mundo parece que ha recuperado su mejor versión, porque hay que tenerla para ganar a Djokovic y confirmar su favoritismo para París.
