Más comedido de lo esperado, compareció el técnico del Baleares, Manix Mandiola, en la rueda de prensa posterior al partido. La tensión pasó factura al de Eibar, según reconoció a los micrófonos: "Nuestro signo es sufrir, no hay manera de pasar una tarde tranquila, siempre tiene que pasar lo mismo. Al final se ha convertido en un modo de vida. Se ha vivido mucha tensión. En el último minuto nos han pitado una falta, imagínate que nos marcan ahí. Tendríamos que haber ido a Alicante a jugarnos todo, con toda la artillería, con los respectivos riesgos. Menos mal que al final ha salido bien".

El técnico blanquiazul también alabó al autor de los dos tantos balearicos en la jornada de ayer. "Nuha está muy contento, se ha marcado un partidazo y eso que está en Ramadán, el día que empiece a comer ya me dirás como se va a poner", bromeó el de Eibar.

"No sé si dije que no iba a celebrarlo, pero me equivoqué. Ganar un campeonato no es fácil y lo hemos conseguido. Después de 38 jornadas quedar primero en cualquier categoría es complicado. Para un equipo como el nuestro, que viene casi de descender, estar como estamos es para disfrutarlo", zanjó.

Samuel Shashoua

Uno de los protagonistas del encuentro, por sus carreras por la banda y sus continuos centros al área, fue el británico Samuel Shashoua. El extremo no ocultó su felicidad una vez finalizado el partido: "Estoy muy contento porque lo hemos conseguido, hacerlo delante de nuestra gente ha sido muy especial, hemos disfrutado mucho. Honestamente creo que lo merecíamos, somos un equipo muy bueno".

El futbolista cedido por el Tottenham reconoció que jugarse el alirón en la última jornada era algo que querían evitar por todos los medios y no se mordió la lengua al hablar de sus preferencias de cara a la eliminatoria por el ascenso. "Me da exactamente igual el rival al que nos tengamos que enfrentar en los play-off, pero me han dicho que el Racing tiene un campo muy bueno, me gustaría ir allí y marcar un par de goles, con eso me basta", zanjó el británico, que se vio sorprendido por gran parte del plantel balearico que, al grito de 'Campeones', invadieron la sala de prensa y regaron de cava y cerveza a los periodistas.