La XXXV edición del Trofeu Pasqua Ariany registró ayer un auténtico recital de Toni Ballester, del equipo Benicàssim. El pobler evidenció una gran superioridad al imponerse en los dos sectores de la carrera. El segundo de la general, y mejor júnior, fue Mateu Estelrich en una tarde desapacible y con lluvia fina. Condiciones que restaron participación y público a la tradicional cita.

La primera manga se disputó en un cicuito de 3.700 metros, sobre el que se completaron 11 vueltas. Toni Ballester rodó escapado en solitario desde la cuarta, presentándose en meta con una ventaja de 31 segundos.

El segundo sector propuso 20 vueltas a un circuito urbano de 1.200 metros. Ballester se mantuvo siempre en cabeza del pelotón hasta que, a mitad de carrera, se marchó por delante junto con Estelrich. Su ventaja en meta fue suficiente para que el júnior ascendiese hasta la segunda plaza por delante de Alejandro Riera, Miquel Riusech y Miguel Valls, quienes les persguieron.

En la carrera de tercera categoría el veterano Ramón Ros demostró que quien tuvo retuvo, al imponerse en solitario por delante de Pedro Pou y Manuel Muñoz, con Victoria Montiel como la mejor de las féminas.

En división cadete triunfó Jaume Durán, seguido de Miquel Bernat Cabot y Luciano Gallego con Maria Mercè Roig como mejor fémina. Joan Gamundí se impuso en infantiles, seguido de Rafel Lladó y Joan Mir, con Clara Blanco como primera chica. En alevines Joan Francesc Mesquida, Marc San Martín y Andreu Barceló fueron los mejores, con Esperança Cosano como mejor niña. También participaron los principiantes y las promesas locales.