El Atlético Baleares fue requerido ayer por la Liga de Fútbol Profesional en una reunión con otros clubes de Segunda B que a estas alturas cuentan con opciones de disputar los play-off de ascenso a la división de plata. En la asamblea dichos clubes fueron informados de los requisitos, obligaciones y compromisos que tendrán que cumplir para poder confirmar este verano en los despachos un hipotético ascenso en el césped.
Patrick Messow, director deportivo del Atlético Baleares, y Guillemo Pisano, gerente del club, acudieron al edificio Murano de Madrid, donde tiene su sede la patronal de los equipos de Primera y Segunda División, en representación del conjunto blanquiazul.
Los derechos de inscripción en la competición (a cuánto ascienden y formas de pago), el control económico (desde la elaboración del presupuesto a deudas con las administraciones públicas y otros acreedores, pasando por el coste de la plantilla), derechos audiovisuales (cómo se reparten los ingresos derivados de su cesión) y exigencias en materia de organización e infraestructura (accesos, aforo, seguridad, vestuarios, zona mixta, cabinas...) son algunas de las cuestiones que se trataron durante la reunión informativa.
Desde el club blanquiazul aseguran que nadie de la Liga de Fútbol Profesional se preocupó por la actual situación del Estadi Balear, donde presuntamente jugará el Atlético Baleares la temporada que viene. En caso de ascenso, la entidad mallorquina debería tener acabadas las obras del campo de la Vía de Cintura, puesto que Son Malferit no cumple con varios de los requisitos que exige actualmente la división de plata. De no ser así, la entidad presidida por Ingo Volckmann debería buscar una alternativa hasta poder inaugurar el nuevo Estadi Balear.
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