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Minuto 91

Moreno se despide

Al estar muy lejos de confirmar su continuidad en el Mallorca la próxima temporada, hay que entender que el técnico valenciano tiene preparadas las maletas

Espectacular remate de tijera de Adri en el Atlético Baleares-Villarreal de ayer en Son Malferit. B. Ramon

Como diría Bernd Schuster, no hace falta decir nada más. A Vicente Moreno, el artífice del buen rendimiento del Mallorca desde su llegada la pasada temporada, se le ha visto el plumero. El pasado viernes, a preguntas de los periodistas, se vio obligado a hacer todas las piruetas del mundo para responder con evasivas a si el próximo curso seguirá siendo el entrenador de la entidad bermellona. Al responder como lo hizo hay que entender que está viviendo sus últimos meses en el banquillo rojillo. Todo es más fácil de lo que se nos quiere hacer ver. Si tiene un año más de contrato y su intención es seguir le hubiera sido muy fácil al valenciano zanjar el debate, por cierto, creado por él con respuestas que no hacen más que alimentar la duda. No hay que recriminarle nada. No es el primer ni el último entrenador que tira pelotas fuera para no responder lo que parece una evidencia, que no va a seguir la próxima temporada. En cualquier caso, todo lo bueno que le pase a Moreno se lo ha ganado a pulso, por sus conocimientos, por su dedicación incansable y, sobre todo, por su forma de ser. Un tipo de lo más normal que va a dejar huella entre el mallorquinismo.

Un paso de gigante el que dio ayer el Atlético Baleares al ganar a su máximo rival por el título del grupo tercero de Segunda B, el Villarreal. Un gol de Hugo Díaz -la de puntos que ha dado este jugador al equipo- en el tramo final del partido dio la victoria a los blanquiazules, que elevan a cuatro la diferencia sobre el segundo. Son Malferit volvió a ser una gran fiesta para la afición balearica, que ve cómo pasan las jornadas y el equipo se asienta en el liderato con toda justicia. Ante su afición, al equipo de Mandiola no hay quien le tosa. El club presidido por Ingo Volckmann se encuentra ante una oportunidad única de lograr el ansiado ascenso a la categoría de plata. El equipo no destaca por sus goles, pero es sólido. Está demostrado que si marca, es muy difícil que pierda. De hecho no lo ha hecho en los casi tres meses que llevamos de 2019. Queda todavía mucho, pero si el equipo finaliza primero -ese ha de ser el único objetivo a partir de ahora- serán muchos los que se acordarán de la victoria de ayer.

Desgraciadamente, los abandonos de Rafel Nadal están dejando de ser noticia. El sábado no se presentó al duelo de semifinales en Indian Wells ante Roger Federer al no estar recuperado de las molestias en el tendón rotuliano de su pierna derecha que sintió en el partido de cuartos ante Khachanov. Un mal crónico que se acentúa cuando juega sobre pista dura. De hecho, hay un dato demoledor que explica bien a las claras los problemas que tiene cuando le toca jugar sobre este tipo de superficie: de los últimos diecinueve torneos en dura, solo ha finalizado tres. En algunos ha renunciado y en otros se ha visto obligado a retirarse. Nadal adoptó la mejor decisión que podía tomar, retirarse pese al atractivo de su partido ante Federer, pensando en que en un mes justo empieza la temporada de tierra, su edén particular, donde aspira a aumentar su espectacular palmarés.

Lo del Iberojet empieza a ser de psiquiatra. Es capaz de lograr la gesta ante los dos primeros clasificados, Betis y Bilbao, hacer el ridículo ante el colista El Prat y pegársela en 48 horas frente al Castelló y el Cáceres. Una locura.

Una pura delicia es el libro que ha escrito el periodista y colaborador de este periódico Gabriel Forteza, 'Sin miedo a caerme', la increíble historia del nadador paralímpico Xavi Torres, contada con humor y una gran ironía. Yo de ustedes no dejaría de leerla.

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