Por segunda semana consecutiva, el empate le sabe al Mallorca más a derrota que a la conquista de un punto. Si en Tenerife dilapidó un cómodo 0-2 en el minuto 92, ayer ante el Elche pagó muy cara su pésima primera parte y cuando quiso reaccionar llegó tarde. Merecieron más los de Moreno, pero no se puede decir que el resultado sea injusto, y más teniendo en cuenta que el conjunto ilicitano jugó la última media hora con diez. Quedan catorce jornadas por disputar, el último tercio del campeonato, tiempo suficiente para seguir peleando por la sexta plaza, pero es verdad que cada vez queda menos y los tropiezos cada vez penalizan más.
Al Atlético Baleares el tropiezo, si es que se le puede llamar así, duele menos porque mantiene su diferencia de tres puntos sobre el segundo. El conjunto de Mandiola, sostenido por su guardameta Klaus, demostró que no se siente cómodo lejos de Son Malferit, pero si mantiene la media inglesa -victoria en casa, empate fuera- tiene muchos números de acabar primero.
El tropiezo que más duele es el del Iberojet Palma, que perdió donde menos lo esperaba, en la pista del colista El Prat. Decepcionante el equipo de Alonso, capaz de lo mejor -superar al imbatible líder Betis- y de lo peor, como el sábado en tierras catalanas. O espabila, o el ambicioso proyecto del Bahía San Agustín, con el apoyo del Iberojet, se va a pique. No meterse en el play off de ascenso con esta plantilla solo tendría un nombre: fracaso.
Volviendo al fútbol, no ha pasado desapercibido la defensa de Gerard Piqué al término del Real Madrid-Barcelona a los políticos del Procés encarcelados. Preguntado por los periodistas, el defensa catalán, el mejor del partido, se explayó analizando el conflicto catalán. Es de aplaudir que los deportistas, un futbolista en este caso, se pronuncien sobre los temas de actualidad ajenos a lo deportivo. Piqué, como Rafel Nadal en tantas ocasiones, tiene todo el derecho del mundo a decir la suya, aunque no guste. Como parece que no gustó al periodista Carlos Herrera, que le ha llamado "cretino", además de "Gerardo". Con reacciones así, se hace muy difícil encontrar una solución a una problemática ya de por sí complicada.
Al gaditano David Querol deberían otorgarle el premio al mejor actor de teatro. Porque eso hizo, teatro, en la caída en el área que llevó a la victoria de su equipo desde el punto de penalti. Las imágenes no dejan lugar a la duda. Querol se tiró descaradamente ante las narices del árbitro, que ya tiene delito. No es de extrañar que los jugadores del Albacete reaccionaran como lo hicieron. El bueno de Tomeu Nadal estuvo a punto de parar la pena máxima, que hubiera hecho justicia. Jugadas como esta no pasarán por alto la próxima temporada con la instauración del VAR en Segunda.
Federer hizo el sábado en Dubai un poco más de historia al convertirse en centenario, el segundo en alcanzar cien títulos en la historia del tenis. El suizo, que en agosto cumple 38 años, se coloca a nueve del norteamericano Connors. No son pocos, teniendo en cuenta que Federer ha dejado escapar que este podría ser su último año. En cualquier caso, no vendrá de un título más o menos en el considerado mejor tenista de todos los tiempos.
Nadal no suma cien títulos, pero sí 80, que tampoco está mal. El mallorquín, eliminado en Acapulco por el maleducado de Kyrgios, finalmente campeón, le cantó las cuarenta por su mal comportamiento en la pista. Se lo tiene merecido.
