Hace mucho tiempo que se esperaba un Iberojet Palma con este oficio. Los mallorquines conquistaron ayer en Vitoria su quinta victoria en los últimos seis partidos al vencer al Araberri en un intenso encuentro (76-79). Sin Bivià, ni Joan Tomàs, los de Félix Alonso demostraron madurez para sumar un triunfo que invita al optimismo de cara a meterse en el play-off de ascenso a la ACB. La sonada alegría de la anterior jornada al tumbar al todopoderoso Betis encontró ayer continuidad en un duelo que no fue tan vistoso, ni mucho menos.

El inicio del partido demostró poco acierto por parte de los dos equipos, con un juego muy pausado. El Iberojet Palma apretó un poco el acelerador y con un triple de Kristaps Gluditis se colocó 12 a 17 a falta de poco más de 2 minutos para el final del cuarto, llevando al entrenador local a pedir tiempo muerto. Los locales reaccionaron y el conjunto mallorquín se atascó en ataque, por lo que el cuarto se quedó con un ajustado 17 a 20.

En el segundo cuarto el duelo se descontroló y los vascos castigaron la defensa del Iberojet, que resistía como podía con 24-27 a falta de 6:02 para el descanso. Pero tras el tiempo muerto de Alonso, los baleares despertaron, apoyados por un inmenso Fran Guerra en ataque, que lideró al equipo para elevar la diferencia a diez puntos (28-38), aunque finalmente el resultado al descanso fue 35 a 42. El inicio del tercer cuarto sirvió para marcharse en el marcador por 37-48, pero el Araberri se espabiló, con buenas acciones de Júnior Robinson, para ponerse a solo cuatro puntos (49-53) a falta de poco más de minuto y medio para el final.

El Iberojet no se asustó y pisó el acelerador en defensa para volver a poner tierra de por medio y cerrar un complicado periodo con un favorable 51 a 60. Los visitantes resistieron en el último parcial, colocándose 57 a 67 a falta de 6:22 para el final. Pero malos ataques del Palma fueron aprovechados por Júnior Robinson para meter a su equipo en el partido, con un resultado de 63 a 69 que obligaba a Félix Alonso a pedir tiempo muerto a falta de 3:20 para el final. Robinson era imparable, pero Álex Hernández demostró su personalidad para mantener el nivel y hacer que el Iberojet sumara una nueva victoria (76 a 79).