El mallorquín Álex Abrines ha sido cortado por los Oklahoma City Thunder dos días después de que se cerrase el periodo de traspasos, confirmó la franquicia en un comunicado en la madrugada del sábado al domingo, después de haber disputado solo 31 partidos esta temporada como consecuencia de unos "problemas personales".

Según informa la NBA, ambas partes han consensuado el término del contrato, y el escolta balear habría renunciado a casi la totalidad de los 1,8 millones de dólares pendientes de su ficha. Abrines firmó en julio de 2016 un contrato por tres años y 17 millones de dólares que expiraba al final de la presente temporada.

El jugador, de 25 años y formado en la cantera de La Salle de Palma, ha estado sin jugar durante los meses de diciembre y enero por culpa de unos problemas personales que no han trascendido y que han disparado las especulaciones.De hecho, desde el 23 de diciembre sólo ha podido disputar dos encuentros. En total, ha disputado 31 partidos, con una media de 19 minutos de participación por partido, 5,3 puntos -35,7% en lanzamientos y 32,3% en triples- y 1,5 rebotes.

Abrines, hasta su baja, estaba rindiendo en un buen nivel, aunque daba la impresión que siempre podía tener un mayor protagonismo. Aprovechaba con solvencia la ausencia por lesión de André Robertson e iba a más en su rendimiento en uno de los equipos más potentes de la NBA.

Oklahoma, que la pasada madrugada se impuso a Houston Rockets (112-117), ocupa la tercera plaza del Oeste con un balance de 36-19, sólo por detrás de Golden State Warriors (39-15) y Denver Nuggets (37-18). Abrines, seleccionado con el número 32 por los Thunder, en el sorteo universitario del 2013, no se reincorporó a la NBA hasta la temporada del 2016-17 tras haber jugado con el Barcelona.

El jugador mallorquín podrá convertirse este verano en agente libre con restricciones y si supera el problema personal volver a la competición de la NBA. En febrero, en una entrevista en NBA, el alero respondía así sobre esos problemas personales que han acabado con su permanencia en los Thunder. "Estoy mejor. Volví al equipo y eso es importante. Obviamente no estoy perfecto para jugar, pero calculo que cuando retome el ritmo de los entrenamientos y de los partidos dentro de un par de semanas seguramente será parte del pasado todo lo que me tocó vivir", señaló sin dar más detalles.

Está por ver si Abrines se centrará ahora en resolver el problema que le ha llevado a esta rescisión o si, por el contrario, estudia alguna oferta de equipos interesados en la NBA. Otra opción que se le plantea es regresar al baloncesto europeo y, de hecho, ayer muchas voces apuntaban que el Barcelona le abría las puertas de par en par.