La sonrisa de Joan Mir combina a la perfección con los nuevos colores de la GSX-RR. Suzuki ha desvelado esta mañana el aspecto de su prototipo 2019, una moto en la que el piloto mallorquín debuta en la categoría reina sin pelos en la lengua: "Ser novato te mantiene fuera del foco porque nadie espera grandes cosas de un piloto sin experiencia, ahí es donde debemos demostrar que la gente se equivoca".

2019 será el año de su debut en MotoGP. Tras proclamarse campeón del mundo de Moto3 en 2017 y pasar de puntillas por la categoría intermedia, Mir no esconde su ambición de cara a su puesta de largo en la clase reina, donde será el segundo piloto más joven de la parrilla. "Siendo realista, mi objetivo es aprender gradualmente y mejorar carrera a carrera. Quiero rendir a un buen nivel en Qatar (primer Gran Premio), adaptarme a la categoría y a la moto, y a partir de allí ir creciendo a la que vez reduzco la distancia con los pilotos de delante. Eso es lo esencial", resaltó el palmesano.

El fabricante de Hamamatsu ha sido el cuarto equipo en enseñar su moto tras las presentaciones de Ducati, Repsol Honda con el también mallorquín Jorge Lorenzo y Petronas Yamaha. La diferencia notable con respecto a los rivales de la parrilla de MotoGP es la edad de la dupla española de pilotos con la que contará Suzuki. Álex Rins tiene 23 años y Joan Mir ha cumplido 21. "La teoría que dice que los novatos no tenemos presión no es necesariamente cierta. Siempre hay presión, siempre hay algo que te pone nervioso. Pero también es verdad que no toda la presión es mala: hay una parte de ella que te ayuda a mejorar día a día, hay algo en tu estómago que te empuja a superar", resumió Mir sobre su situación.

Pese a su sólido papel en los test de Valencia y Jerez, el piloto mallorquín proclama un discurso prudente, sabedor de que Suzuki le respetará durante su fase de aprendizaje. Mir ha trabajado a fondo la forma física durante el invierno y ha "ganado un kilo de músculo", aunque aún necesita ganar otro: "Voy paso a paso y estoy muy emocionado por volver a rodar". "Todavía necesito muchas más horas sobre la moto. Hay muchas cosas que todavía tengo que entender para ser aún más efectivo, pero me siento muy apoyado por el equipo y confío en su gran experiencia para mejorar, y también para aportar mis propias mejoras a mi moto", expresó Mir, que no siente "ninguna presión" pero tiene "un objetivo claro" para el nuevo año: "Terminar la temporada con una diferencia menor respecto al ganador que tras la primera carrera".

En Suzuki confían en brillar incluso más que la temporada pasada. Y eso que en 2018 las cosas fueron bien, Rins consiguió cinco podios y Andrea Iannone logró cuatro. La moto para la temporada que está cerca de empezar no es totalmente nueva, ya que se han aprovechado partes ya utilizadas el pasado año para fabricarla. En el caso del motor hay que destacar que ya fue estrenado por el probador de la marca Sylvain Guintoli, en el pasado Gran Premio de Japón y utilizado por Rins y Mir entre los test de Valencia y Jerez.

Tras el parón invernal, Joan y el equipo Suzuki regresarán a la actividad a partir del próximo miércoles, con los entrenamientos oficiales de pretemporada que tendrán lugar en el circuito de Sepang (Malasia). El mallorquín, Rookie del año en Moto2 la pasada temporada con el equipo Estrella Galicia, volverá a lucir el número 36 en su carenado, con el que espera “seguir progresando no de una forma grande en algo, sino en pequeñas cantidades en varias facetas”. Joan Mir inicia su legado.