Rafa Nadal ha demostrado en numerosas ocasiones ser una persona comprometida con su tierra, convirtiéndose además en uno de sus mejores embajadores. En la cabeza de todo el mundo sigue grabada la imagen del once veces campeón de Roland Garros, cepillo en mano, limpiando el barro tras las inundaciones acaecidas el pasado octubre en el Llevant de Mallorca.

Cercano, humilde y sencillo son solo algunos de los adjetivos que definen al tenista de Manacor. Comprometido siempre con las causas solidarias y sin afán de protagonismo, a lo largo de sus catorce años de relación con Xisca Perelló, son muchas las ocasiones en las que ambos han mostrado su vertiente más altruista.

El ejemplo más cercano lo encontramos el pasado mes de diciembre. El tenista donó 1 millón de euros a los damnificadosEl tenista donó 1 millón de eurosa los damnificados por la riada que el pasado 9 de octubre que mató a 13 personas y arrasó viviendas e infraestructuras en el municipio mallorquín de Sant Llorenç.

El Ajuntament de la localidad del Llevant informó de la donación del tenista en una nota pública de agradecimiento. Rafa hizo dicha donación pese a no haber podido disputar el partido benéfico de exhibición que había organizado para ayudar a los afectados, un encuentro que tuvo que suspenderse debido a la operación del tobillo derecho a la que fue sometido a principios de noviembre.

Poco antes, Nadal no tuvo ningún problema para embarrarse literalmente por las víctimas de la riada. Ataviado con unas botas de agua y un escobón en mano, el deportista apareció achicando agua junto al resto de voluntarios que trabajaban en las labores de recuperación de la localidad afectada. Un gesto que le honró y le convirtió, una vez más, en uno de los deportistas más apreciados del panorama nacional.

En 2008, el de Manacor empezó con su vertiente más solidaria impulsando la creación de la Fundación Rafa Nadal, un proyecto benéfico de asistencia social a colectivos desfavorecidos y de cooperación al desarrollo, ideado por la madre del tenista, Ana María Parera, y cuya dirección de estrategia y relaciones institucionales controla su prometida, Xisca Perelló.

Ya por aquel entonces, Nadal siempre dejó claro su compromiso con la sociedad mallorquina y puntualizó que su objetivo era dedicarse plenamente a su faceta humanitaria tras su retirada del tenis profesional. A finales de 2015, Rafa inaguró en el barrio del Nou Llevant de Palma su primer centro fundación de España para atender a niños en riesgo de exclusión social de la zona y proporcionarles un entorno favorable en el que formales en valores como el respeto o el espíritu de superación.