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Un servicio para "alargar mi carrera"

Nadal modifica su saque a iniciativa propia "para seguir unos años más" - Su golpe es más directo y flexiona menos las rodillas

Nadal ejecuta un servicio ante Tiafoe. REUTERS / Aly Song

Nadal lo tiene claro desde hace tiempo. Todavía quitándose el sudor de su rostro tras pasar por encima de Frances Tiafoe, el semifinalista del Abierto de Australia atendía sobre la misma pista de la Rod Laver Arena de Melbourne al mítico John McEnroe, al que admitió que ha cambiado su servicio, más efectivo y contundente, "para alargar unos años más mi carrera deportiva".

No entró en detalles de los cambios, pero sí lo hicieron en la web de la ATP sus entrenadores Carlos Moyá y Francis Roig. Los cambios se han notado a lo largo del torneo y, especialmente, ayer ante Tiafoe. Nadal golpea a la pelota de forma más directa. Ha rediseñado su saque para compensar la pérdida de velocidad de la pelota. La celeridad de la bola al botar perdía un doce por ciento en Federer, un quince en Djokovic y un 27 en Nadal, lo que facilitaba el resto a sus rivales. Ahora no es así, al menos con los rivales que ha tenido enfrente. El partido de ayer fue un claro ejemplo de su evolución en el servicio. Metió el 84 por ciento de sus primeros saques y el 60 de segundos. Se marcó once saques difrectos y llegó a servir a 184 kilómetros por hora.

Nadal reconoció que es "especial" haber alcanzado las semifinales del Abierto de Australia porque es "positivo" para él lograrlo después de más de cuatro meses sin jugar, y subrayó que su próximo rival, el griego Stefanos Tsitsipas, está "con confianza" y que puede "ganar a cualquiera".

El de Manacor dejó claro que "es una gran sensación" volver a las semifinales en Melbourne, más después de su abandono en cuartos en 2018. "Es cierto que he sufrido varias cosas seguidas en estos meses y no ha sido un momento fácil para mí, pero vine aquí con las sensaciones positivas de que había hecho muchas cosas bien antes del comienzo del torneo, pero luego tienes que competir y ganar partidos porque tras un tiempo sin competir es siempre un reto", admitió.

Ahora, tendrá que medirse a la revelación del torneo, el griego Tsitsipas, verdugo en octavos de Roger Federer y al que derrotó el año pasado en las finales del Godó y de Toronto, aunque advirtió que no cree que eso "vaya a tener un gran impacto en lo que pueda pasar". "Está con confianza y ha ganado muchos buenos partidos, será duro", indicó.

"Para mí es siempre lo mismo. Estoy en semifinales de un 'grande' y no puedes esperar un rival fácil. Stefanos es uno de los mejores del mundo y para tener la oportunidad de volver a estar en la final, necesito jugar a mi mejor nivel", añadió.

Nadal vio jugar al ateniense ante Basilashvili y Bautista. "Es un tenista carismático, con buenos golpes de 'drive' y revés, buen servicio, es un buen reto para mí y espero estar listo", apuntó, aclarando que Federer tuvo "poca suerte" ante el griego en el segundo set desaprovechando "muchas bolas de 'break' en momentos clave". "Sorpresa o no, pero siempre creo que cuando Federer está en la pista siempre es una sorpresa que pierda. Fue una sorpresa, pero no una gran sorpresa, sé que Stefanos es uno de esos jugadores que puede ganar a cualquiera", recalcó.

Sobre su duelo con Francis Tiafoe, reconoció que "a veces es difícil leer el juego" del estadounidense por su variedad de golpes. "Jugué un partido muy sólido y creo que el romper al inicio de cada set me dio mucha confianza porque estaba sacando bien y jugando sólido. Siempre fue por detrás en el marcador y no es una sencillo jugar así", opinó.

Finalmente, el balear descartó habló de cualquier problema físico después de ser cuestionado por una protección en su zona abdominal, la cual le causó ser baja a finales del año pasado. "Estoy en las semifinales y no es el día de hablar sobre esto, muchas gracias por tu preocupación. Son cosas que pasan durante el torneo, eso es todo", zanjó.

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